Un Boeing 737 de la compañía neerlandesa Transavia Airlines se dirigía a Gran Canaria desde Amsterdam cuando tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia. El piloto tuvo que desviar la aeronave al aeropuerto de Faro, Portugal, por una razón inusual: el insoportable olor corporal de uno de los pasajeros.
El fuerte hedor del hombre provocó que algunos pasajeros vomitaran e, incluso, se desmayaran tras el despegue. Los testigos aseguraron que el hombre "apestaba como si no se hubiera bañado durante semanas". En un principio, la tripulación del avión puso al hombre en cuarentena en uno de los baños, pero finalmente tuvieron que tomar medidas drásticas por "razones médicas".
No es el primer caso
No se sabe si con eso se referió al hombre en cuestión o a los pasajeros que se sintieron enfermos e incapaces de soportar el hedor, pero finalmente el sujeto fue escoltado desde el avión al autobús por personal médico.
Curiosamente, no se trata del primer incidente similar en un vuelo de Transavia Airlines este año. El pasado mes de febrero, un avión de la misma compañía, en vuelo de Dubai a Ámsterdam, se vio obligado a hacer un aterrizaje de emergencia después que un pasajero tuviera un ataque de flatulencias.