La Policía de Osmington, Australia, encontró el pasado viernes siete cadáveres, entre ellos cuatro niños, en el que podría convertirse el peor crimen del país en 22 años. Los investigadores apuntan a que podría tratarse de un asesinato-suicidio, aunque mantienen la búsqueda abierta de algún sospechoso.

Los cuerpos fueron encontrados en una propiedad rural después de recibir una llamada telefónica al amanecer alertando de la situación. Alguien del pueblo, de menos de 700 habitantes, alertó del hallazgo. 

Los cuerpos de dos adultos fueron encontrados fuera de un edificio y el resto fueron hallados dentro y todos ellos residían en la propiedad. La policía calificó el suceso “como un incidente horrible”. ”Esta devastadora tragedia sin duda tendrá un impacto duradero en las familias afectadas, en toda la comunidad y, en particular, en las comunidades locales de nuestro suroeste”, explicó el jefe de policía.

Esta tragedia podría ser el peor tiroteo masivo en Australia desde que un pistolero solitario mató a 35 en el estado de Tasmania en 1996, lo que provocó que la nación introdujera duros controles de armas.