En algunos países como Estados Unidos dejar propina es obligatorio debido a los bajos sueldos de los camareros. En Europa países como Reino Unido o Suiza contemplan esta practica como algo habitual, una costumbre que en España se ha perdido bastante.
Con la llegada de las nuevas tecnologías, dejar propina es más fácil. Se puede añadir al pago con tarjeta y esto es exactamente lo que arruinó a una mujer de Dietikon, Suiza. La afectada, de apellido Schemjakowa, fue a una cafetería de la ciudad con su hijo y tras consumir un café y un pastel, la mujer solicitó al camarero la cuenta.
Fuga del propietario
Al pagar con tarjeta cometió un grave error, en vez de marcar la cantidad de propina que quería dejar, tecleó su número pin. Al llegar a casa Schemjakowa recibió un mensaje del banco en que se había producido un cargo de 7.695 francos suizos. De una factura real de 23,70 francos, se convirtió en 7.709 (6.500 euros).
Cuando se dio cuenta fue a informarse a la policía, que le explicó que había sido un error y no había ningún delito de fraude, por lo que tendría que resolverlo con el propietario del local. Cuando se lo explicó al dueño, según la afectada, éste se mostró muy comprensivo y le aseguró que le reembolsaría la cantidad, "pero nunca lo hizo". El hombre se ha declarado en bancarrota y se desconoce su paradero.