Un barrendero del aeropuerto internacional de Incheon, en Corea del Sur, ha encontrado un hallazgo inesperado en uno de los cubos de basura del aeropuerto en el que trabaja. En concreto, siete lingotes de oro, envueltos en papel de periódico, de un kilo cada uno.
Mientras realizaba su jornada laboral como otros muchos días, vació las papeleras y los lingotes cayeron al suelo. Una fortuna inesperada que está valorada en 330.000 dólares.
Legítimo propietario
El trabajador, honestamente, comunicó a sus superiores lo que había encontrado y la policía inició una investigación para esclarecer la propiedad del oro. Los agentes han concluido que la persona se deshizo de la valiosa propiedad por miedo a ser detenida. Hasta el momento no ha reclamado sus pertenencias desechadas y si no lo hace en los próximos seis meses, según la legislación surcoreana, el legítimo propietario de los lingotes de oro será la persona que los encontró.
En el caso de que el propietario vuelva a por su oro, el limpiador podrá quedarse con entre el 5 % y el 20 % de su valor, lo cual tampoco lo dejaría con las manos vacías, porque obtendría entre 16.000 y 65.000 dólares. Sin embargo, no tendrá suerte si resulta que el oro hallado está vinculado con actividades delictivas. Por el momento, tendrá que esperar.