La policía de Pozzoleone, Italia, ha encontrado los cuerpos sin vida de un exmilitar del Ejército de Estados Unidos, Joel Bradley Kinser de 44 años, y el de su mujer Leila, de 40 años en el domicilio donde ambos vivía.
Las sospechas se iniciaron cuando el capellán del complejo militar Caserma Ederle en Vicenza no conseguía ponerse en contacto con el exmilitar tras múltiples llamadas. El religioso sabía que Kinser sufría una grave depresión y no se equivocó cuando dio la voz de alarma a la policía.
Asesinato y posterior suicidio
Una patrulla se desplazó al domicilio de la pareja y encontraron los dos cadáveres. Las primeras investigaciones apuntan a que Kinser estranguló a su mujer el domingo de Pascua, mientras ella dormía, y posteriormente cogió un cuchillo de cocina con el que se inflingió diversos cortes por todo el cuerpo hasta cortarse la garganta.
En la puerta del dormitorio los agentes encontraron una nota escrita con sangre que decía "I'm sorry" (Lo siento) y un signo de un corazón y una U. El capellán explicó que el exmilitar le había confesado que se iba a matar "tarde o temprano".