Dos padres canarios están a la espera de que se resuelva el juicio y la sentencia definitiva por el fallecimiento de su hijo. El fiscal les acusa de homicidio por dejar morir a su hijo Aren, de tres años y medio.
Los forenses han realizado la autopsia al menor y han constatado que el pequeño sufría desnutrición, deshidratación y una extrema falta de higiene. Yurena Sanatana, la madre del menor fallecido, asume que la familia sufre dificultades económicas, pero que sus hijos “nunca se quedaron sin comer”, a pesar de que ella sí lo hizo.
Pese a su testimonio, los forenses destacan que el pequeño solo pesaba nueve kilos. Además, Aren sufría labio leporino y bronconeumonía aguda de nacimiento y sus progenitores nunca lo llevaron al pediatra. La madre mantiene su defensa y asegura que su hijo era un "niño sano, feliz, que jugaba" y añade: "Tenía las heridas de un niño que se divierte”. Algo en que los forenses vuelven a discrepar. Durante la autopsia encontraron en el cuerpo del menor heridas, cicatrices, hematomas y picaduras de pulga algo que constataría la dejadez reiterada de los padres y la falta de higiene.