Una mujer de 50 años ha reconocido a la policía haber ahogado y congelado a su tres hijos recién nacios en su residencia de Lorient, Francia.
Dos días después de que los bebés fueran encontrados la mujer fue arrestada e interrogada por los agentes. Durante el interrogatorio la mujer confesó su crimen y se enfrenta a una cadena perpetua.
Los hechos ocurrieron en 1998, 1999 y 2003, cuando, respectivamente, la mujer dio a luz a tres bebés. "Las primera investigaciones científicas permiten pensar, a la espera de los resultados de la autopsia, que estos niños nacieron vivos”, explicó la fiscal Peyrefitte en una conferencia de prensa.
Justo después del nacimiento, la madre habría procedido con el mismo método operativo: ahogar a los recién nacidos con un cojín antes de envolverlos en una bolsa de plástico y meterlos en un congelador.