Un niño de dos años llamado Tong Gosungnern se ha salvado milagrosamente de morir aplastado por una palmera de toneladas de peso y más de 9 metros de altura. Una familia estaba en el patio trasero de una vivienda en Tailandia cuando de repente el árbol se desplomó.

El pequeño fue el único que no se dio cuenta y mientras todos se apartaron, él quedó a menos de medio metro de la palmera. La madre corrió a contracorriente para salvarlo, aunque una de las presentes interrumpió levemente su carrera. Una cámara situada en el exterior de la casa grabó los hechos.