El Juzgado de lo Penal número 3 de Almería ha condenado a dos años de prisión por dos delitos contra la integridad moral a una mujer que durante cuatro años telefoneó constantemente a una pareja para decirle a ella que era la amante de su marido, historia que también publicó en Facebook.
La sentencia recoge que desde 2009, la acusada había realizado continuas llamadas telefónicas a un matrimonio, tanto al fijo del domicilio de la pareja como al móvil de él. En estas llamadas, la acusada se dedicaba a insultar a la mujer y se hacía pasar por la amante de su marido, a la que le decía que tenía un hijo con él. Este relato también lo publicó en Facebook a través de dos perfiles falsos.
Persecución constante
Según la juez, la mujer realizó reservas en restaurantes y pedidos de comida a domicilio a nombre del hombre y "su amante". También realizó una pintada en la fachada del domicilio de la pareja en la que insultaba al hombre.
La situación se mantuvo hasta que la mujer de la pareja decidió denunciar los hechos en julio del 2013, de forma que durante todo este tiempo se generó en el matrimonio una "situación continua de angustia y desasosiego". La víctima explicó que todo empezó en 2009, después de que su marido le comentase que le había telefoneado una novia que "tuvo en su adolescencia".
El hombre explicó que había salido un tiempo con la acusada y que pasados 35 años recibió una llamada de ésta al móvil, sin saber cómo lo había localizado, y que éste le contó que estaba casado. Aun así, su exnovia de la adolescencia continuó con las llamadas varios meses después para felicitarle por su cumpleaños y para invitarle a tomar un café, a lo que él se negó. Ella volvió a proponérselo en otras ocasiones y ante la negativa del hombre, "comenzaron las llamadas a todas horas".
Por su parte, la condenada negó "todos y cada uno de los hechos" e, incluso, llegó a afirmar que desconocía a los denunciantes o que hubiese mantenido una relación con él en su juventud. Una testigo, que fue quien informó al matrimonio sobre la identidad de la acusada, manifestó ante la juez que "la acusada tenía una verdadera obsesión con el hombre" y aseguraba que tenía un hijo de él.
Por todo ello, la mujer ha sido condenada por dos delitos contra la integridad moral a un total de dos años de prisión y se le impone una orden de alejamiento de 200 metros durante tres años, tiempo en el que también se le prohíbe acudir a la localidad en la que reside el matrimonio y se le impone el pago de indemnizaciones por valor de 4.400 euros.