José Luis Lucas Serrano era un ejecutivo madrileño que fue asesinado en 2014 al ser confundido por un narcotraficante. José Luis acudía cada día al edificio de la Avenida Córdoba, número 22 para formarse academicamente, mientras que el verdadero narcotraficante acudía al gimnasio del mismo edificio.
Ambos de cabello oscuro, altos y complexión fuerte, paseaban por las mismas calles y tenían el mismo coche, un Smart, coincidencias que hicieron que el sicario encargado de asesinar al narcotraficante acabara con la vida de José Luis de 32 años por error. La víctima recibió ocho disparos, tres en el rostro y cinco en el abdomen, por lo que murió en el mismo instante. Todo sucedió por la noche, cuando se subió en su coche un individuo picó en su ventanilla y al bajarse para ver que quería le arrebató la vida con una pistola.
La policía inició una investigación en la que se esclareció que el individuo al que la banda de narcotraficantes buscaba había robado un cargamento de cocaína de una banda rival colombiana. Después de tres años de investigación, las autoridades han detenido a tres sospechosos. Son Breiner A. P.,de 38 años; José A. R. A., alias Snoopy, un varón de 41 años que dirigía una ‘oficina de cobros’ en Madrid, y Jhonson Andrés M. V., de 31, que habría participado en la vigilancia de José Luis.
Tras la muerte de José Luis, Breiner A. P., huyó del país para refugiarse en Colombia. En su huida se encontró con un control policial que tuvo que abandonar el vehículo de una calle cercana. Los agentes encontraron después de una Blackberry dentro del asiento. Además, según recoge el medio, el asesino había trucado la matrícula y lo tenía puesto a nombre de un ecuatoriano que no tenía nada que ver con los hechos.