Un policía local de Castalla (Alicante) ha aceptado hoy un año y medio de prisión y seis años de inhabilitación por falsificar multas de tráfico para vengarse de un vecino que le había denunciado en el pasado por cohecho, según han informado hoy fuentes jurídicas.
Durante el juicio, el acusado, Francisco G.L., de 62 años, se ha declarado culpable de un delito de falsedad en documento oficial y de un delito de prevaricación. Deberá indemnizar a la víctima con 12.000.
Alteró el boletín de denuncias
Los hechos ocurrieron entre octubre de 2009 y diciembre de 2010 cuando el agente multó en, al menos, 21 ocasiones a un vehículo por infracciones de circulación que en su mayor parte no habían sido cometidas.
Tal y como él mismo ha reconocido, llegó a multarle dos veces por los mismos hechos, en el mismo día y a la misma hora, o en turnos en los que él no estaba trabajando, y también alteró el boletín de denuncias a su cargo para que apareciera como firmante otro compañero de la policía local.
El juicio se ha saldado con un acuerdo de conformidad entre fiscalía, defensa y la acusación particular en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Alicante.
Falsificó multas
Al término de la vista oral, el abogado del perjudicado, Faustino Alonso, ha explicado a los medios que el policía falsificó las multas para vengarse de su cliente porque éste le había denunciado tiempo atrás por un delito de cohecho por el que acabó siendo condenado.
En concreto, según el letrado, la sentencia demostró que Francisco G.L. había estado cobrando "diferentes mordidas" de dinero para hacer la "vista gorda" ante la celebración de partidas ilegales de cartas en la localidad.
Padece una enfermedad terminal
"Empezó a pedir más dinero y mi cliente se hartó y le denunció", ha precisado el representante de la acusación particular.
El agente municipal tiene ya 62 años, por lo que la pena de inhabilitación, seis años, con que se ha conformado hoy impedirá que pueda volver al trabajo.
El acusado se ha mostrado ante el tribunal muy arrepentido y, entre lágrimas, ha pedido perdón al denunciante.
Su abogado ha solicitado a los magistrados que suspendan la ejecución de la pena de prisión "por razones humanitarias" ya que padece una enfermedad terminal.