Los motociclistas de la ciudad de Panipat, Tailandia, notaron que cada día sus motocicletas se quedaban, repentinamente, sin gasolina. En seguida pensaron que alguien les robaba el combustible, pero nunca imaginaron que el ladrón sería un primate. Los hombres decidieron quedarse cerca de sus motos y grabar cuanod el ladrón perpetrara su delito.

Los hombres quedaron asombrados al ver que el mono permanecía sentado tranquilamente cerca de los motos hasta que no hubiera nadie cerca para de robar y beberse con el combustible.

El jefe de la asociación local de comerciantes, Gaurav Leekha, que dirige una organización de voluntarios en la ciudad, sostuvo que el mono se niega a comer nueces y plátanos: su golosina es la gasolina. A pesar del peligro de intoxicación del combustible este mono parece ser adicto al olor y sabor de éste, además de inmune.