Los padres de Lucía Vivar, la niña de tres años desaparecida a finales de julio en Pizarra, Málaga, han aportado al juzgado que instruye el caso un avance del indforme forense que “cuestiona que el fallecimiento de nuestra hija es accidental”. Todas las pistas aportadas hasta el momento por la Guardia Civil, apuntan a que la menor falleció a causa de un traumatismo craneal provocado por el choque del tren.
Aun así, los padres han presentado este nuevo informe en el que se constata que la pequeña presentaba “dos lesiones” en la cabeza, “la primera, que es la que causaría su muerte, y la segunda que podría corresponderse a un golpe del tren, pero que sucedería cuando la niña ya no estaba viva”.
Los padres de la menor, en una rueda de prensa celebrada este jueves, han pedido que se investigue lo que dice este avance de informe para determinar el origen de esos dos golpes, “uno grande y otro pequeño”, y que ha sido elaborado por los forenses Luis Frontela y Carlos Pérez Agua, estando pendiente de ampliación para lo que “es necesario documentación aún no aportada” al juzgado.
Además, han destacado que aún están pendientes de la hora del fallecimiento, un dato que califican de "fundamental" en este caso. Tras tres meses de investigaciones, piden que se aclaren las circunstancias en las que se produjo la muerte de Lucía “y si se debió a una negligencia” en la organización de la búsqueda “o de no paralizar los trenes”. La familia también sostiene que la pequeña “no se fue por voluntad propia”, ha señalado el padre, quien ha insistido en que “desde el minuto uno sabíamos que a nuestra hija nos la quitaron” y en que “la niña no se fue por la vía andando”.
Han reiterado que la muerte de su hija no fue accidental, como sostiene la principal hipótesis de la Guardia Civil, que apunta a que la niña recorrió más de cuatro kilómetros sola hasta el lugar donde fue hallado su cadáver junto a las vías. “Si antes lo teníamos claro en un 99 por ciento, ahora lo tenemos en un 99,99 por ciento”, ha asegurado la progenitora, apuntando el padre que “la niña no se hubiera alejado de su madre jamás”, además, “nos habría escuchado” llamarla.
Para los progenitores, la hipótesis oficial, que tenían “en 40 minutos” una vez encontrado el cadáver de la pequeña, “hace aguas por todos lados y se basa en supuestos y estimaciones”, según el padre, quien ha relatado cómo transcurrieron las horas de búsqueda y ha señalado que “ni ellos mismos se creen esa versión, que es de película”.