Grabar una tormenta de verano en una terraza puede ser algo agradable hasta que un relámpago cae a unos metros de donde estás. Eso es lo que le ocurrió a Daniel Modol, un noruego de 38 años, que quiso inmortalizar los rayos.
Se encontraba en Gjerstad, al sur de Noruega, cuando uno de los rayos cayó súbitamente a apenas cinco metros de donde se encontraba. En el vídeo, publicado en su cuenta de Facebook, no se aprecia el impacto, sí que se escucha el estruendo que provoca.
Suelo calcinado
Además, se ven restos de rocas y el suelo bolando mientral el protagonista cae al suelo. Una vez se gira la cámara, se pueden observar los efectos del relámpago, que deja un trozo de suelo calcinado.