La mayoría de conductores han experimentado alguna vez la pérdida total de visión cuando los rayos de Sol chocan con el cristal del vehículo. Por unos segundos, aunque en algunas ocasiones la ‘ceguera’ dura más, se pierde totalmente la visibilidad en algunos puntos.
Ese efecto óptico, es lo que le ha pasado a un conductor que acabó atropellando a un niño. Afortunadamente, el pequeño no sufrió daños y el impacto contra el vehículo lo sufrió la bicicleta en la que circulaba.
Además, la reducida velocidad a la que conducía ayudó a que el menor no sufriera lesiones graves. El conductor llevaba una cámara en el coche. En el vídeo se puede comprobar a la perfección como el hombre no pudo hacer nada.