Una mujer de Florida, Estados Unidos, se llevó el susto de su vida. Con el verano a punto de empezar y las temperaturas al alza, la mujer de disponía a limpiar su piscina, pero a un intruso ya le gustaba cómo estaba.

Un caimán de más de dos metros se había colado en su jardín y sumergido en su piscina. Alarmada, la mujer se metió en casa a toda prisa y llamó a emergencias para que pusieran remedio.

Cuando el sheriff llegó, el reptil seguía en el agua y con la ayuda de un trampero pudieron capturar al animal y llevarlo a su hábitat natural alejado de las viviendas.

El sheriff aseguró a medios de la localidad que “nada nos sorprende ya”, y aseguró que los caimanes ocupan lugares impensables como piscinas, jardines e incluso pistas de tenis y golf.

El animal fue puesto a salvo y la vecina pudo limpiar finalmente su piscina.