Una pareja, en plena ceremonia y a punto de intercambiar sus votos matrimoniales, protagonizaron una escena algo extraña para una boda. El novio comenzó a manotear la cara de su futura esposa.

Una diminuta abeja decidió descansar en la nariz de su novia y el novio no midió sus fuerzas y espantó al insecto con una sonora bofetada. Los invitados, estupefactos, no sabían que sucedía, hasta que el cura aclaró que “había una abeja”.

Los invitados y la pareja empezaron a reír durante un buen rato y todo quedó en una anécdota divertida.