Chase Owen es el joven de 13 años que casi pierde la vida tras ingerir alcohol en el colegio. Inconsciente de sus actos, el pequeño intentó impresionar a sus compañeros de clase mientras bebían alcohol.

El joven, residente en Taunton, Inglaterra ingresó en el hospital en estado crítico por duplicar el límite legal para conducir de alcohol en sangre. Además, debido a su edad y su complexión, el alcohol provocó un efecto devastador en su cuerpo.

Jo, la madre del menor, capturó los momentos en que su hijo estaba hospitalizado para advertir a otros jóvenes de los peligros del alcohol. La madre explica que “al encontrar a mi hijo en tan mal estado en el jardín, inmediatamente supe que algo no iba bien”, y añade “Según él, solo estaba cansado, pero después de un rato en casa la situación empeoró”.

Los responsables del centro han abierto una investigación en la que se ha descubierto que el pequeño había bebido con otros compañeros y que “intentaba impresionar a otros”.