El piloto Amir Akhtar Hashmise era el comandante de un vuelo de Pakistan Airlines, que cubría la ruta entre Pakistán y Londres. El piloto tenía a su cargo a un aprendiz al que tenía que vigilar en todo momento, pero decidió echarse una siesta en la cabina ‘business’ mientras el avión avanzaba hacia su destino.

Uno de los 12 pasajeros que viajaba en primera clase vio al comandante dormido y decidió hacer una foto y subirla a sus redes sociales. En un primer momento la compañía no tomó medidas, pero al tratarse del expresidente de Pakistan Air Lines Pilots Association, la presión mediática y el escándalo social obligaron a la compañía a despedir al piloto que puso en riesgo la vida de más de 300 pasajeros.

Las críticas no han cesado por su comportamiento irresponsable al tener a cargo a un aprendiz, además de destacar que su elevado sueldo es para pilotar no para dormir.