Una broma de mal gusto ha tenido consecuencias fatales en Michigan, Estados Unidos. Tysen Benz, un muchacho de tan sólo 11 años, intentó ahorcarse en su casa después de que su novia, de 13 años, y varios de sus amigos le hiciesen creer a través de varios mensajes publicados en diferentes redes sociales que la chica se había suicidado. Tras varias semanas hospitalizado, el niño ha fallecido finalmente.
La madre del menor, Katrina Goss, ha explicado que encontró a su hijo colgado del cuello en su habitación. Goss denuncia que el niño decidió suicidarse después de leer varios mensajes en redes sociales. La niña participó en esta macabra broma junto a otros amigos.
La chica será acusada de utilizar de forma maliciosa servicios de telecomunicaciones y de usar un ordenador para cometer un crimen, tal y como ya avanzó un mando policial del condado de Marquette, Michael Kohler, aunque no está claro todavía a qué cargos se puede enfrentar. La Policía no ha revelado de manera oficial ni la edad ni la relación que la chica mantenía con la víctima.