Wiley Day, ciudadano de Huntsville, Estados Unidos, se acostó como todas las noches en su cama. Antes de ir a dormir enchufó su iPhone para cargarlo y, tras revisar sus redes sociales, lo puso debajo de su almohada.

En mitad de la noche, el cargador del móvil tomó contacto con el collar de metal que llevaba puesto e hizo de conductor de la electricidad que terminó por electrocutarlo.

El hombre de 32 años fue descubierto en el suelo por su sobrina al escucharle gritar. Wiley consiguió desenchufar el cargador, del que salía humo, y cortar así la electricidad. El afectado ha asegurado que esta experiencia “es la más misteriosa, oscura y demoníaca que ha podido experimentar” y ha añadido que “podía saborear el alambre quemado en mi boca”.