Cuando tenía seis años Carter Blanchard fue diagnosticado con vitiligo. El chico empezó a ver manchas en su piel y los médicos le diagnosticaron esta enfermedad degenerativa de la piel.

Poco a poco empezaron a salir más manchas y Carter perdió la autoestima y entró en depresión tras sentirse distinto a los otros niños. Un día de camino al colegio Carter le dijo a su madre que “odio mi cara y odio la manera en que me veo”, y decidió que ese era el límite y debía encontrar una solución para evitar posibles complicaciones en el futuro.

Buscó por Internet y se topó con Rowdy, un labrador negro, de 13 años, muy popular en las redes sociales, que había sido diagnosticado con vitiligo el mismo año que Carter. La madre se puso en contacto con la dueña del perro y acordaron verse. El coste del viaje era muy caro pero un anónimo que se enteró de la historia donó 5.000 dólares para que pudieran viajar de Arkansas a Oregon.

Carter perdió su miedo y su frustración y ha vuelto a recuperar la confianza en sí mismo tras conocer a Rowdy.