Este pasado lunes se vivió en un restaurante de Bembibre (León) una de las situaciones más disparatadas de los últimos años en la localidad. Los 120 comensales de un bautizo gitano se dieron a la fuga cuando los camareros iban a servir la tarta.
El propietario del establecimiento explica que dejaron a deber más de 2.000 euros y que solo pagaron 900, que se abonaron cuando se efectuó la reserva. Los invitados, que en previa reserva se confirmaron 100 pero finalmente fueron 120, consumieron la comida y la bebida que quisieron añadiéndola constantemente a la cuenta.
La estrategia
Al llegar al restaurante todos los comensales aparcaron sus coches en el parking privado del restaurante, controlado por puertas automáticas, pero durante la celebración del banquete fueron moviendo los coches a calles próximas preparando su fuga.
La huida sucedió cuando los camareros se disponían a servir la tarta. Al volver al comedor vieron una avalancha de personas saliendo por la puerta en las cuatro direcciones que ofrece el restaurante. El propietario salió a la caza de algunos de ellos y según cuenta “podría haber sido atropellado” ya que al intentar evitar la escapada masiva se puso delante de un coche, pero este no varió la maniobra.
La Guardia Civil continúa con las labores de investigación de los estafadores, que en la reserva del local dieron una dirección correspondiente a San Miguel de las Dueñas (Congosto).