La sorpresa que se llevó hace unos días un vecino de Zaragoza fue máxima. Acudió a su supermercado habitual para realizar la compra habitual, lo que incluía había una caja de Nesquik.
Cuando el hombre llegó a casa le llamó la atención que el precinto estuviera roto. Pero la estupefacción llegó al abrir la caja: dentro de ella encontró un paquete de polvo blanco escondido entre el polvo del cacao soluble.
Ante la sospecha de que se tratase de droga, el zaragozano lo llevó inmediatamente a la comisaría más cercana. Allí le confirmaron que se trataba de 250 gramos de cocaína.
La Policía Nacional ya ha abierto una investigación para descubrir el origen del alijo, que podría tener un valor de cerca de 15.000 euros en el mercado.
La noticia, adelantada por el Heraldo de Aragón, se ha convertido en viral. Y recuerda un conocidísimo caso de principios de los años 90, el del gallego José Tojeiro, al que unas mujeres le "echaron droja en el Cola Cao" para robarle el dinero. En esta ocasión, en cambio, la droja iba en un bote de la competencia.