Rosa Benito / EUROPA PRESS

Rosa Benito / EUROPA PRESS

Crónica Directo

Rosa Benito: así es su vida después de 'Sálvame'

La polémica tertuliana se gana la vida haciendo bolos junto a su hija Rosario Mohedano

22 diciembre, 2016 11:00

Rosa Benito lleva desaparecida del panorama nacional desde que el pasado mes de junio tuviera que abandonar el programa Sálvame. Desde entonces muchas cosas han cambiado en su vida, incluso su color de pelo, ya que se lo ha oscurecido y ahora la ex de Amador Mohedano es mucho más feliz.

Lejos de la tensión que se respira cada tarde el plató de Sálvame, la ex colaboradora disfruta de una vida mucho más tranquila y, tal y como afirma la revista Diez Minutos, ahora se gana la vida haciendo bolos junto a su hija Rosario Mohedano.

Una información que también corroboró la propia Chayo en el programa A tu vera, donde explicaba que actúa junto a su madre y Carlos Vargas, con el trío En Vivo cada martes en una conocida sala de Benidorm.

No hay duda de que la de Alicante ha saldado sus deudas con Hacienda y es que su caché es cada vez más alto. Tal y como publicaba El Mundo, el trío artístico cobra 6.000 euros por bolo, a repartir entre cuatro personas. Además, a esto hay que sumarle la venta de la nave que heredó de Rocío Jurado y su paso por GH VIP.

De Sálvame no conserva ninguna amistad, salvo la de Raquel Bollo, con la que compartió también su paso por la casa de Guadalix. Sin embargo, Rosa sí que ha querido celebrar la llegada de la Navidad con los concursantes de su edición de GH VIP con un reencuentro en la casa de Rappel.

Con más tiempo libre que nunca, Rosa aprovecha para pasarlo con sus nietos y salir con sus amigas. Recientemente, viajaba a la capital para acudir al enlace de la hija de una amiga, en la que pudimos verla radiante.

Parece que lo único que le falta a la ganadora de Supervivientes 2011 es el amor. Y es que ahora que la ex colaboradora ha conseguido perdonar a Amador y rehacer su vida, sería el momento perfecto para volver a enamorarse. Y parece que la suerte le acompaña, porque en la última boda a la que asistió consiguió llevarse el ramo.