El perro policía Pocho junto a sus compañero / QUESTURA DI NAPOLI

El perro policía Pocho junto a sus compañero / QUESTURA DI NAPOLI

Crónica Directo

La mafia italiana pone precio a la cabeza de un perro antidroga

El can habría frustrado los planes de la organización criminal, haciéndoles perder varios kilos de cocaína

7 noviembre, 2018 15:04

El perro policía Pocho, que sirve en Nápoles en la lucha contra el crimen, es ahora el objetivo más buscado por los mafiosos de la zona. Concretamente, el animal es experto en detección de sustancias estupefacientes y recientemente habría sido el artífice de la incautación de 30 kilos de cocaína.

La pérdida económica que ha supuesto para los criminales la última intervención de Pocho ha sido la gota que ha colmado el vaso, pues a lo largo de su carrera ha ayudado a intervenir hasta dos toneladas de drogas. Ahora son los camorristas quienes quieren al perro fuera de la circulación y han llegado a ofrecer 5.000 euros a quien acabe con su vida.

El miembro estrella de la policía napolitana

Después de que su anterior dueño tuviese que separarse de él a causa de una alergia, Pocho recaló en la Policía con apreciable éxito. Los logros del agente canino lo han ya hecho famoso en las redes sociales, donde habitualmente es protagonista de las publicaciones del cuerpo.

Pocho no es un perro que destaque por su imponente físico, sino que más bien es pequeño y delgado. Esto, lejos de suponer un inconveniente, le ayuda en su trabajo. Gracias a su escasa talla y gran agilidad es capaz de llegar hasta los sitios más complejos en busca de sustancias ilegales.

La mafia ya había intentado cazar al perro

Poner precio a la cabeza de Pocho es la última idea de los mafiosos, que ya han fracasado en sus anteriores intentos de detenerlo. Las buenas cifras del can habían provocado que los malhechores intentasen acabar con él colocándole cebos envenenados en anteriores ocasiones.

El afán de la mafia por frenar a Pocho había llegado a cotas difícilmente imaginables. En otra ocasión llegaron a situar varias perras de su misma raza en las inmediaciones de una operación en la que iba a participar con el objetivo de distraerlo.