Tamara Falcó /EH

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Famosos

Tamara Falcó se lleva a Íñigo Onieva a la tele

La hija de Isabel Preysler está que bebe los vientos por el joven ingeniero: preferiría vivir sin el móvil a vivir sin su novio

21 octubre, 2021 23:54

Tamara Falcó se ha convertido en una de las personas más mediáticas de este país. Desde que se convirtiera en la ganadora de Masterchef Celebrity en el año 2019, la hija de Isabel Preysler se ha convertido en uno de los personajes estrella de la televisión de este país: prueba de ello este jueves se ha convertido en la protagonista principal de El Hormiguero.

La nueva marquesa de Griñón ha pasado de este jueves de colaboradora a invitada de programa de Pablo Motos. Tras su viaje a las islas Maldivas, la chef ha acudido al plató de Antena 3 en compañía de su novio, Íñigo Onieva.

De colaboradora, a invitada

A punto de que se cumpla un año desde que saliera a la luz que la experta en moda tenía el corazón ocupado por un joven ingeniero, la relación sigue adelante. Por sorprendente que parezca, la pareja hace caso omiso a los constantes rumores que les han acompañado en estos últimos meses y que apuntan a varias infidelidades por parte de Onieva.

Y es que, aunque Tamara ha acudido a su cita con el programa de Atresmedia para hablar de su primer libro culinario, Las recetas de mi madre, la socialité ha tenido que hacer frente al cuestionario de Trancas y Barrancas. Un divertido juego en el que las hormigas han puesto en un aprieto a la cocinera.

El juego de las hormigas 

En cada ronda, la invitada tan solo podía salvar una cosa de las dos que le daban a escoger. La que no escogiera tenía que imaginar que desaparecía para siempre. En este sentido, la hija de la reina de corazones ha preferido salvar el jamón frente a las hamburguesas, el cepillo de dientes frente a los zapatos de tacón y el vino frente a la ropa interior.

Sin embargo, el cuestionario tenía una pregunta más. Se trata de la que tenía que escoger entre su móvil y su novio. “Me quedo con mi novio”, ha contestado mientras se enfocaba al joven ingeniero que aplaudía y dibujaba un corazón con las manos.