Una foto de archivo del príncipe Harry y Meghan Markle

Una foto de archivo del príncipe Harry y Meghan Markle

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El príncipe Harry no quiere contratos prenupciales con Meghan Markle

La Casa Real inglesa recomienda que se firme un contrato previo al enlace, pero el nieto de Isabel II se niega a firmar un acuerdo prenupcial de separación de bienes

20 marzo, 2018 17:06


El príncipie Harry está completamente enamorado de su futura esposa, Meghan Markle. Con la voluntad de tener un matrimonio sano y duradero el nieto de la reina Isabel II de Inglaterra se ha negado a firmar el acuerdo prenupcial con el que se fijan las condiciones económicas en caso de divorcio, así como la custodia de los posibles futuros hijos.  

Uno de sus amigos más cercanos asegura: "Enrique nunca ha pensado en firmar un acuerdo prenupcial, está decidido a que su matrimonio sea duradero, por lo que no es necesario que firme nada". La noticia ha sentado como un jarro de agua fría en el Palacio de Kensington, donde los portavoces de la familia real todavía no se han pronunciado. 

Legado monárquico

Pese a la ausencia de reacción desde la Casa Real, se sabe que los miembros de la familia creen que debería proteger parte del legado de los Windsor. Los asesores del príncipe le recuerdan que su futura esposa ya se divorció hace dos años de su exmarido, el productor estadounidense de cine, Trevor Engelson, con el que mantuvo un matrimonio de dos años. 

Además, la fortuna de Harry ronda los 30 millones de libras (10 de la herencia de su madre y otros 20 de otros activos de su propiedad), mientras que la de Meghan alcanza los cuatro millones.

No es el primero

Pese a que la noticia no ha gustado en el entorno más tradicional nde la monarquía inglesa, el príncipe Harry no es el primero que se niega a firmar dicho acuerdo. En 2011, el príncipe Guillermo tampoco quiso firmar un acuerdo similar antes de casarse con Kate Middleton, algo que tampoco hicieron los príncipes Carlos y Diana de Gales en 1981. Aunque en este último caso, cuando se divorciaron en 1996, la custodia quedó en manos de Carlos porque los príncipes figuran en la línea de sucesión al trono y es asunto de la Corona.