Ángela Drobrowolski, la esposa de Josep Maria Mainat, en una entrevista / MEDIASET

Ángela Drobrowolski, la esposa de Josep Maria Mainat, en una entrevista / MEDIASET

Famosos

La esposa de Mainat se libra del desahucio en el último momento

El juez ofrece a Ángela Drobrowolski cinco días más para presentar alegaciones y quedarse en la casa que el productor tiene en el barrio de Horta de Barcelona

23 octubre, 2020 18:12

A dos días de verse las caras en el juzgado, la mujer de Josep María Mainat, Ángela Drobrowolski, ha conseguido detener en el último momento su desahucio de la casa del productor de televisión.

La estudiante de cuarto año de Medicina debía abandonar la vivienda del barrio barcelonés de Horta de su todavía marido, en la que reside desde que éste decidió separarse de ella.

Alegaciones

El juez le ha dado un nuevo plazo de cinco días, en el que además puede presentar alegaciones para poderse quedar allí. De hecho, defiende que la propiedad no es de Mainat sino de que está a nombre de una sociedad de la que también ella es miembro.

El catalán solicita que su mujer abandone la casa como medida provisional del proceso abierto de divorcio de la pareja. Un caso del que no se tiene una sentencia firme, pero en el que ya ha perdido la custodia de los dos hijos que tienen en común y la pensión que él le pasaba, por ahora y de manera provisional.

Comparecencia ante el juez

La medida llega a las puertas de que Mainat declare ante el titular del juzgado de instrucción número 32 de Barcelona en calidad de testigo en el caso del supuesto caso de intento de asesinato por parte su esposa, quien también será interrogada, pero como investigada. El catalán responsabiliza a Drobrowolski de quererlo matar inyectándole una sobredosis de insulina mientras dormía y sin su consentimiento. 

La estudiante, de 37 años, ya declaró ante el juez tras ser detenida por los Mossos d'Esquadra acusada de intentar matar a su marido. En esa ocasión, sostuvo que ella se había limitado a inyectar a su esposo un compuesto vigorizante, porque él se lo pidió para el tratamiento antiedad que sigue desde hace años. 

Primera vista

En ese momento, fue la propia Fiscalía quien interpuso la denuncia, requiriendo prisión preventiva para la acusada. El juez, en cambio, decretó libertad provisional, con la obligación de comparecer periódicamente en el juzgado. Ahora, Dobrowolski deberá responder también a los abogados del productor quien también se ha personado como acusación particular.

Con las declaraciones del domingo, el juez debe de reconstruir lo sucedido la noche en que Mainat, diabético y de 72 años, sufrió una acentuada bajada de azúcar que le provocó un coma hipoglucémico, cuando ya se había acostado tras pasar una velada con su esposa y sus dos hijos.

Cobro de cheques

La acusada se defiende y alega que fue ella quien llamó a la ambulancia para alertar del estado de su esposo. Su abogado defiende que fue ella quien "le salvó la vida". Pero, según la acusación, en mitad de la noche ella misma se pinchó con el medidor de insulina del productor, para alegar que él estaba bien horas antes. Mianat, en cambio, llamó a la niñera de sus hijos antes de que llegara la ambulancia para revelarle: "Ha sido ella, ha querido matarme".

Pol Mainat, hijo del productor y de la actriz fallecida Rosa Maria Sardà, presentó la denuncia que dio pie a la detención de Dobrowolski. En ella, recordaba que la mujer de su padre ya fue arrestada el 21 de septiembre acusada de cobrar dos cheques de un talonario en blanco sustraído a su marido por valor de 2.900 y 1.200 euros, falsificando la firma de éste.

Posibles maltratos

Además de estas dos declaraciones, el juez tiene previsto interrogar en las próximas semanas al personal de la ambulancia que atendió a Mainat tras sufrir el coma.  Pero esta no es la única causa abierta de la pareja.

El matrimonio tiene varios casos en los juzgados de violencia contra la mujer, a raíz de las denuncias cruzadas que ambos se interpusieron, acusándose mutuamente de agresión. En estos casos de su proceso de divorcio está en juego la custodia de los dos hijos, de 8 y 5 años, que el matrimonio tiene en común, así como un suculento patrimonio.