Ver el nombre de Albert Pla al lado del de Martin Scorsese es algo poco común. El responsable de todo esto no es otro que Rodrigo Cortés que para su nueva película, Escape, ha decidido contar con el cantante y actor catalán para un papel.
Mejor no decir mucho nada del personaje, sólo que es un preso que comparte celda con Mario Casas y confiesa que “mató a su hijo por necesidad”. Y es que la cinta tiene un marcado carácter político. Nada que ver con el adoctrinamiento o la voluntad de lanzar un mensaje. No es la filosofía del cineasta, sino abrir el debate sobre la libertad, el papel del Estado y la justicia.
Hablar de todo eso con Albert Pla no es fácil. Hábil en esquivar cualquier tono trascendente, el actor usa el humor como técnica de escape, pero siempre suelta algún dardo, un mensaje para aquel que quiere oír.
- ¿Sorprende Albert Pla en una película producida por Martin Scorsese?
- Los caminos de la producción son inescrutables, está claro.
- No, pero ¿cómo te llegó el proyecto y cómo dijiste que sí?
- Vino por Rodrigo, me lo comentó, y nada, vi que había buenos compañeros del oficio y tanto el papel como el guion en general pintaban muy bien. Así que dije: "Genial, cojonudo. Gracias".
- ¿Defiende a su personaje que dice matar a su hijo sin ganas?
- Yo no lo juzgo. Si tienes que matar a tus hijos, es mejor hacerlo sin ganas, ¿no? (ríe).
- La película además plantea ese debate entre la libertad y el Estado. Incluso se plantea hasta qué punto uno busca que el Estado cohorte más e imponga más restricciones.
- La premisa de la película parte de alguien quiera entrar en una cárcel, lo que ya indica que está en una cárcel y quiere salir de allí. Pero sí, en parte estoy de acuerdo. Quiero decir, es indignante que cueste tanto entrar a la cárcel y, sobre todo, que cueste tanto salir. Me parece una injusticia.
- ¿Pero el rodaje fue muy duro?
- Fue muy suave, muy fluido. Rodrigo Cortés lo tiene todo muy claro. Además, es un director que corta poco. No hace esas pausas eternas al mover la cámara...
- ¿Le incomodan esas cosas?
- No, son cosas del rodaje. A veces sí que cuesta un poco que te hagan hacer dos frases y parar media hora, y las mismas dos frases y parar media hora, y aquello nunca arranca. En este caso Rodrigo lo hace del tirón y luego regresa sin cortes o con los mínimos cortes. Pero bueno, nos pasamos 11 horas en esa jaula.
- Lo vemos cada vez más en el audiovisual, ya sean series o películas? ¿Se está acostumbrando más? ¿Le ha cogido el gusto?
- No, ni más ni menos… Siempre me ha gustado el cine. Lo que pasa es que o no me han llamado tanto como quería o me ofrecieron para cosas que no eran lo suficientemente interesantes como para dejar otras cosas que ya estaba haciendo. Y últimamente, reconozco que he tenido suerte y tengo disposición.
- Aunque, bueno, siempre le dan un papel de excéntrico. ¿Es por el personaje creado? ¿Le gustaría cambiar?
- Bueno, el de La Mesías, ¿no? Pero a mí me da igual. Yo hago mi trabajo de actor. Si alguien me explica bien el personaje y me aclara sus razones para que lo interprete, y veo que lo tiene claro, a mí me resulta sencillo. Es uno de los placeres de mi profesión, tanto cuando canto, como cuando hago teatro o cine.
- En cualquier caso, viene de trabajar con los Javis, ahora está en esta película producida por Scorsese… ¿Diría que el Albert Pla del cine y las series es el más comercial?
- No lo sé, en el cine muchas veces acabas ahí porque conoces al director o porque tu nombre les resulta atractivo para el personaje. Lo que pasa es que cuando te ven en la tele, la gente cree que trabajas, pero no hay más diferencia que esa. Yo siempre he ido haciendo lo mío en el teatro, presentando un espectáculo y luego si te ven por la tele es cuando piensan que trabaja y te dicen eso de "hace tiempo que no te veo, ¿no estás haciendo nada?".
- ¿Molesta?
- No, solo que es así. Yo me lo paso muy bien haciendo mi trabajo y si la gente que viene a verme se lo pasa tan bien como yo, me doy por satisfecho.
- ¿Puede que su clave sea el humor?
- Cuando escribo o cuando planteo algo para explicar o cantar, no lo hago para hacer reír, o para hablar de amor, o hacer llorar. Lo hago porque me sale. Y después, las primeras veces que lo muestras, ves reacciones insólitas. Y ahí puedes jugar. Que la gente ría me acompaña. Pero sí, el reír me ha ayudado siempre.