Rosalía y Rauw Alejandro se han convertido en vampiros inmortales con Barcelona como escenario. En concreto, el bar Marsella, en el barrio del Raval, y la churrería de Marina, cerca de Razzmatazz, han sido las ubicaciones perfectas para el videoclip de su última canción, Vampiros.
Como dice el título de la canción, la pareja de artistas vagan por las calles de Ciutat Vella cuales vampiros. Como estos animales mitológicos, tienen sed de sangre y es precisamente en el famoso bar Marsella, uno de los más antiguos de Barcelona, donde paran para tomar unas copas con sus colmillos afilados.
Vampiros con sed de sangre
A medida que interpretan la canción, con bailes y miradas pasionales entre ellos, van hasta uno de los puntos más famosos por todos aquellos jóvenes que salen de fiesta a las tantas de la discoteca para desayunar churros: la churrería J. Argiles situada en la calle Marina de Barcelona.
Sin embargo, su recorrido por Barcelona no termina ahí, sino que hacia el final del videoclip se desplazan hasta Esplugues de Llobregat. Allí, los dos vampiros hacen del Espai Corberó su cueva donde refugiarse, con crucifijos y ajos para rebajar su sed de sangre.
Barcelona, ciudad de inspiración
De esta manera, la ciudad natal de la catalana se convierte en toda una referente en la música de los artistas, ya que también hablan de ella en una de las letras de la canción: "Mi pistola / No tiene seguro, se dispara sola / Es de Barcelona, pero está en Carola / Ella no es seguidora, ella es la ola".
El videoclip ha sido dirigido por el colombiano-estadounidense de 23 años Stillz, que también se ha encargado de otros trabajos para artistas como Bad Bunny en Yo perreo sola o La noche de anoche. La producción, por su parte, ha sido obra de Canadá, que ya ha firmado con Rosalía para otros de sus videoclips en el inicio de su despegue internacional.