La cantante catalana Núria Graham regresa de la gira estadounidense de presentación de su último disco, Cyclamen, para participar en la tercera edición de Secreto a Voces by San Miguel en Barcelona. El ciclo de conciertos presenta un total de ocho actuaciones entre febrero y mayo, con un aforo limitado de 40 personas en ocho localizaciones de la ciudad. La identidad del artista no se revela hasta que se agotan las entradas de su evento.
La artista lanzó el pasado mes de enero su cuarto álbum de estudio, Cyclamen, un trabajo autoproducido por ella misma en el que exponía un cambio de etapa. "No me interesan los artistas que no cambian por miedo a que no puedan encajar con lo que ocurre, porque en el mundo al final hay agujero para todo lo que genuinamente tenga un sentido", explica en un encuentro con Crónica Directo.
--Pregunta: ¿Cómo le llega la idea de actuar en el 'Secreto a Voces by San Miguel'?
--Respuesta: Me llegó como propuesta de concierto secreto. Me pareció una buena idea, sobre todo por no anunciarlo y que sea una sorpresa para quien venga, que a veces también es guay ir a ver algo que no sepas qué es. Esto ocurre mucho en los festivales. Lo vas a ver con la mente completamente abierta y eso también va muy bien porque no tienes una expectativa previa de lo que vas a hacer.
--El aforo está reducido a 40 personas, ¿eso genera más nervios?
--Depende de la gente también. Cuando tocas un público muy grande, pero no conoces quién está en el público, no te pones tan nervioso. Y algún día que he tocado en casa delante de mi familia o amigos, siempre te pones más expectativas. Pero como en este caso no sé quién va a venir, intento no ponerme más nerviosa de la cuenta.
--¿Cómo será el concierto?
--La gira ha tenido varios formatos ya. Ahora hemos estado haciendo el empaquetado para viajar, que somos el trío, que estamos Marcel·lí Bayer en el clarinete, Jordi Matas, en el bajo y en la guitarra, y yo. Yo ya no voy sola.
--¿Cómo han evolucionado las canciones del disco?
--En realidad hemos tocado las canciones muchas veces, porque hemos dado muchos conciertos teniendo en cuenta que el disco salió hace unos dos meses. Pero la sensación interna es que salió hace un año, porque llevamos un año ensayándolas y empezamos la gira antes de que saliera. Pero no tengo la sensación de estar harta, sino que las canciones están mutando un poco, cada día se sienten diferentes. Esto también es sano para la música. Ahora es un buen momento para encontrar nuevos caminos en las canciones y, además, de tocarlas, también vas entrando más en ellas.
--¿Cómo se siente tras el lanzamiento de su último disco, 'Cyclamen'?
--El disco salió en enero y ha sido un proceso en el que, por suerte, no he tenido mucho tiempo de pararme a pensar. A veces es un momento de bajón mental una vez sacas un disco por todo el proceso que tú estás haciendo y todo el tiempo y la dedicación que metes a una cosa. Hay una cierta tendencia una vez has salido donde las cosas tienen una fecha de caducidad muy rápida y existe esa velocidad. Pero, como últimamente vivo bastante al margen de esto y me la sopla bastante, estoy teniendo un momento de disfrutar mucho y tocar estos temas. Como el directo es algo muy separado del disco, la forma también en la que se ha hecho, la instrumentación, el disco me ha llevado a encontrar nuevas vías, tocar con nuevos instrumentos, y está siendo un empujón para estar más creativa.
--¿Es un buen momento para su inspiración?
--Siempre intento estar haciendo cosas, pero no porque tenga que hacerlo. Quieras o no, como ya estás de gira y estás en contacto con el instrumento y con los músicos que tocas, es inevitable no tener el cerebro activado en este sentido. Siempre me extraña mucho cuando los artistas paran para escribir después de la gira. Es muy difícil. Esto es como la gente que lo deja con su pareja y dice que durante un año estará soltera. No puedes elegirlo.
--¿Ha cumplido los objetivos que tenía con el disco?
--Me marco objetivos quizás más internos o que tal vez parezcan absurdos. No es que no sea ambiciosa, lo soy de alguna manera, pero dirijo la carrera de una forma que mi ambición no me duela con las expectativas que pueda tener en cosas. Sabía muy bien que el disco que hacía era un proyecto muy personal y me metía en un terreno que para mí era también una sorpresa, que ha sido un experimento a nivel productivo, y compartirlo es una suerte. El recibimiento ha sido precioso. Había una temporada que estaba en el comedor de casa pensando, "cuándo saldrá esto y qué pasará cuando salga". Una vez fuera le quitas mucho hierro a todo. Yo me veo haciendo discos siempre y cada disco es una representación de tu momento. Nunca crees que estás haciendo la obra magna de cosas, no estás haciendo el disco de tu vida, sino que estás siendo sincero de alguna manera. Por eso no me daba miedo si la reacción era buena o mala. He tenido reacciones muy buenas y reacciones que han sido "qué aburrimiento", pero este disco es el que quería hacer yo ahora.
--Era arriesgado, ¿se plantea ahora volver a lo que hacía antes de este disco?
--Todos los discos están direccionados hacia un sitio, que siempre es avanzar hacia el futuro. Nunca pienso que tendré que volver al pasado, nunca es una opción. El disco que he hecho ahora no define el camino del de después. Seguro que algo ha cambiado dentro de mí, pero es más a nivel mental, a nivel musical no sé qué va a salir. Es un proceso más interno que direccional. No tengo muy claro cómo quiero que suene, siempre soy más caótica con esto, me dejo llevar por lo que al momento me sale. Estar encerrada en el comedor con un piano me ha llevado a hacer un disco así. La vida que estoy llevando ahora me llevará a hacer un disco probablemente distinto.
--¿Los discos son experiencias de cada artista en determinados momentos?
--Sí. No me interesan los artistas que no cambian por miedo a que no puedan encajar con lo que ocurre en el mundo, porque yo creo que en el mundo al final hay agujero para todo lo que genuinamente tenga un sentido. Hay toda la rapidez, pero después también hay espacio para ser tú. Los discos son representativos de quién eres al momento. Una vez ha salido el disco, ya tienes que estar encarándote con la Núria de ese momento, porque siempre va tarde, pero es un ejercicio interesante también porque aprendes mucho de tus carencias, tus errores y tus errores decisiones.
--Eso debe ser duro para las personas que tengan un gran hit...
--Es el gran hándicap de escribir canciones, que debes ir chocando con la persona que escribió esa canción para el resto del año o de tu existencia. A mí me sabe mal por esta peña que alguna vez ha hecho una canción que lo peta y después tienen que comérsela para siempre.
--Ha producido el disco sola por primera vez. ¿Cómo ha sido la experiencia?
--Ha sido una experiencia que nunca olvidaré. Siempre había coproducido los discos, pero en ese momento necesitaba demostrarme a mí misma que puedo hacerlo. No era una cuestión de ego, sino también una curiosidad de ver qué pasaba si seguía mi primer instinto y tiraba del hilo. Eso me ha llevado a sitios que no me hubiera esperado. Luego necesité ayuda, y está muy bien cuando estás en este proceso darte cuenta de que solo no vas a ninguna parte. Hacer cosas solo también pasa por tomar decisiones y delegar. Y esto fue una revelación. Hay una cierta romantización del “yo me lo guiso, yo me lo como”, y, en la música, precisamente lo bonito es el elemento colaborativo que hace que pasen cosas mágicas. Colaborando con un arreglista, con un músico o un técnico, su alma queda plasmada de algún modo. Todo esto son pequeños granitos de arena que van haciendo que se cree.
--¿Volverá a producirse su próximo disco?
--Por favor, ¡no! Seguro que algún día lo volveré a hacer, pero del hecho de colaborar con gente aprendes mucho de los demás y tengo muchas ganas de aprender para irme nutriendo e irme haciendo como persona. La idea es no volver a hacer el nuevo disco de la misma forma que lo he hecho ahora.
--¿Qué ha aprendido de este último trabajo?
--Ya no solo a nivel musical, sino a nivel mental o personal, a escucharme. A veces con la inercia de la otra gente tomas decisiones, pero tienes una sensación física que cuesta mucho explicar, de decir “hay algo aquí dentro que me dice que no”. Esto es algo que todos tenemos, es como el subconsciente o tu instinto que te dice cosas, pero para hacerte la vida más fácil, pasas de él. Con este disco me forcé a seguirlo y es un ejercicio mucho más difícil de lo que pensaba. Creía que yo estaba siendo fiel a mí misma con cosas, pero con la inercia te dejas llevar por otras. Lo que me llevo de este disco ha sido el ejercicio de seguir el instinto. Ha tenido momentos preciosos y otros duros de pensar, "¿qué estoy haciendo?".
--Eso a veces puede ser peligroso.
--La vida en sí a veces no tiene por qué tener un sentido. El otro día un colega dijo que la música es mucho más inteligente que nosotros, rollo, yo estoy aquí haciendo mi mandanga humildemente siguiendo por donde esa cosa me lleva. La sensación que tenía cuando estaba haciendo el disco era de sentarme detrás del coche y que alguien lo estuviera conduciendo. Y en este caso era yo en teoría la que lo estaba conduciendo, pero la sensación no era esa.
--¿Cómo se enfrentó a ello?
--Ahora lo cuento y parece que haya hecho esto todo conscientemente, pero realmente no tenía ni puta idea de lo que estaba haciendo. Al final, confío mucho en el proceso y sé que el disco acabaría cogiendo forma, y lo hizo. Pero la sensación en ocasiones era de un descontrol máximo. No tenía tiempo ni de meterme presión porque estaba demasiado preocupada intentando ordenar el desorden que había en todo. Por suerte, por la forma en que soy mentalmente este desorden no me molesta y puedo más o menos sobrevivirlo.
--¿Cuándo pone orden a ese caos?
--En el proceso de la mezcla del máster era cuando empezaba a descubrir cosas del disco o entendía el por qué del orden elegido, pero cuando lo elegí no lo sabía. Al igual que las canciones que han entrado en el disco y las que se han quedado fuera, el por qué, de hecho, todavía ni lo sé. Hay como una fuerza que es más inteligente que yo, que toma decisiones mucho más fácilmente que yo.
--¿En qué trabaja ahora?
--No está direccionado, estoy de nuevo disfrutando del momento. Mi intención es mirar hacia delante, no tengo más detalles porque no lo sé. Y confío.