Laura Escanes está atravesando uno de sus mejores momentos, tanto a nivel personal como a nivel profesional. Tras superar su ruptura de Risto Mejide, la influencer ha encontrado el amor de nuevo en Álvaro de Luna, con el que no puede estar más feliz en su nuevo pisito en Madrid. Porque sí, la catalana se ha mudado a Madrid para estar más cerca de sus proyectos laborales.
El más significativo, sin duda alguna, es su participación en El Desafío. La concursante se estrenó en el programa la semana pasada e incluso acudió a El Hormiguero para promocionarlo. Así las cosas, Escanes se ha abierto a sus seguidores y, a través de un preguntas y respuestas en sus historias de Instagram, ha hecho un balance de cómo está su vida actualmente.
Mudanza a la capital
"Estoy feliz por tantas cosas nuevas (y buenas) que están pasando, pero a la vez me agobian un poco. Tengo agobio por el nuevo piso sobre todo. Cuando hay cosas que no dependen de mí y no puedo controlar yo... me agobian. Pero a la vez disfrutando del proceso de vivir estas cosas por primera vez", empieza diciendo la influencer, acompañada de una foto con su hija Roma en el ascensor de su piso.
Además, también ha querido explicar el por qué de su mudanza a la capital: "Hace ya tiempo que vivo en Madrid. Roma va al colegio aquí y ya antes estaba instalada aquí porque por trabajo todo lo hacía desde aquí". A pesar de que no sabe dónde va a acabar viviendo en un futuro, tiene claro que por el momento no se plantea estar en otro sitio que no sea Madrid, porque logísticamente nos va mejor a todos".
Personal y profesional
Con eso se refiere a su exmarido, Risto Mejide. Él también se encuentra trabajando en la capital, y ya antes de separarse residían más tiempo allí que en Barcelona por sus respectivos trabajos. Respecto a la separación no ha contado nada explícitamente, pero sí ha explicado cómo se siente al separarse de Roma: "El primer día fatal, pero supongo que muchas madres y padres separados me entienden. Es una sensación agridulce pero sé que ella está feliz igualmente".
En cuanto al "súper buen momento" profesional en el que está admite que tiene que saborearlo bien porque luego pueden venir bajadas evidentemente. No siempre se está arriba". Con lo que respecta a lo personal, está también "muy feliz. Los cambios a veces cuestan, pero siempre hay luz". Y precisamente esa luz tiene nombres y apellidos: Álvaro de Luna.