"Cuando eso ocurra no tengo ni la más mínima idea de lo que pasará con mi vida ni en qué momento me pillará". Claro, directo y sincero se muestra Jorge Javier Vázquez a la hora de hablar del fin de Sálvame.
Las audiencias no son las que eran. Si bien el Deluxe ha regresado a los sábados líder de audiencia, Telecinco le recorta dos horas más de programa a partir del 19 de diciembre. Las campanas de cierra vuelven a sonar.
Planes
El presentador niega la mayor. Señala que es líder de las tardes y que va a presentar Supervivientes, claro que apunta que "una carrera televisiva depende de tantas y tantas variables" que su opción es "dejarse llevar".
Eso no quita que el catalán no tenga planes en su cabeza ya. "Entre mis sueños más recurrentes está el de coger un billete de avión sin fecha de regreso. Viajar muy ligero de equipaje a un lugar de playa. Tener la oportunidad de moverme de un lugar a otro en autobús, en tren. No pensar. No hacer planes. No hacer nada", revela.
Futuro garantizado
"Creo que me gustaría pasar días en casa ordenando muebles, armarios, desprendiéndome de todas aquellas cosas que ocupan espacios innecesarios. He empezado ya con los CD --los he regalado todos-- y con los DVD", añade. Algo que JJ comenta que ha empezado a hacer en su casa.
Claro que el de Badalona lanza un mensaje a los más agoreros que quieren verlo desaparecer de Telecinco: "Tengo un contrato de larga duración con la cadena y, en el peor de los casos, pues seguro que me encuentran acomodo como estatua escultural en uno de los múltiples pasillos del edificio", sentencia con sorna.
El fin, en su cabeza
No sólo eso, sino que se muestra convencido de que "cuando cierre Sálvame, tardemos solo un par o tres de semanas en estrenar Sálvame II. La saga continua. Con los mismos presentadores, los mismos colaboradores y algún retoque en el decorado". Así que por mucho que se desvele cuando sueña que lo echan, no está temeroso al respecto.
"¿Qué haría? Pues seguir viviendo. Sin más. A ver si os pensáis que la gente que trabajamos en la tele tenemos un chip especial en la cabeza que nos hace ver con mayor claridad nuestra existencia. Pues no", concluye.