Kiko Rivera empieza a notar los efectos del ictus que sufrió el pasado viernes. Ya en casa, ha lanzado un comunicado en el que revela que "aunque voy mejorando no puedo dejar de estar triste".
La noticia ha dejado algo tocado a sus fans que vieron como este fin de semana el DJ les escribía desde el hospital. "La vida me ha dado una segunda oportunidad y no pienso desaprovecharla", asevera. Claro, que nadie dijo que iba a ser fácil.
Tiempo para pensar
Pasadas las 10.30 horas de este lunes, colgaba una foto en su Instagram en el que admite estar "más triste". La razón es clara: "empiezo a asimilar lo que me ha ocurrido y aunque voy mejorando no puedo dejar de estar triste", reconoce. Al menos, ya está en planta.
El músico ha vuelto a agradecer y subrayar que ha "sentido el cariño de muchos, incluso de gente que no me esperaba". Tras el reposo ha llega el "tiempo para pensar" y reconoce que las cosas van a cambiar. "Mi vida ya no volverá a ser la misma", lamenta.
Deseos
El hijo de Isabel Pantoja, en todo caso, quiere tratar de "darle un poco de humor (aunque sin muchas ganas)". Tampoco se ha olvidado de la promoción de su nueva tema. Claro que es una intento fallido de animarse y contagiar buen rollo.
"Lamento no poder estar más activo en redes cojo el móvil por la mañana y os intento dejar un mensaje pero nada más". Lo único que desea por ahora es "pronto estar en mi casa y poder abrazar a mis hijos", sentencia.