Gloria Trevi está de vuelta. La artista mexicana cierra un silencio discográfico de tres años con la publicación de Isla Divina, un nuevo álbum de estudio compuesto por 12 temas en los que la cantante fusiona el pop, el rock, el flamenco y la música urbana, entre otros, y que cuenta con la colaboración de artistas como Mónica Naranjo y el músico puertorriqueño Guaynaa.
Trevi es una de las artistas más reconocidas del panorama internacional después de 30 años de trayectoria. En enero del 2000, la cantante fue detenida en Brasil junto a Sergio Andrade y María Raquenel Portillo bajo cargos de rapto, violación y corrupción de menores, e ingresó en prisión. Años después, en septiembre de 2004, Gloria Trevi era absuelta y salía de la cárcel.
--Estrena disco, ¿qué quería transmitir?
--Son canciones con las que me desahogo y con las que me levanto. La gente que conecta con eso tiene una relación mucho más intensa conmigo que la del fan, son como mis amigos.
--¿De dónde viene el nombre, 'Isla Divina'?
--Es un lugar que existe dentro de nosotros, al que nos podemos escapar tanto para llorar, como para levantarnos, para reír o continuar. Ese paraíso en el que creemos, en el que soñamos. Y dicen que si lo puedes soñar lo puedes hacer realidad.
--¿Se ha sentido alguna vez en una isla divina?
--Ahora mismo estoy en una isla hermosísima, estoy en Puerto Rico, imagínate [ríe]. Para mí cada álbum es una nueva aventura, por eso sigo haciendo música, porque todavía tengo muchísimas cosas que decir y con las que conectar. Cada vez que el mundo da una vuelta, aparecen cosas nuevas para comentar.
--¿Qué se puede escuchar en el disco?
--Precisamente por cómo se llama, Isla divina, quise darle mucho matiz en muchas de las canciones para que tuvieran ese toque latino. Quería hacer el lanzamiento del álbum con un sencillo que a mí me encanta, Él se equivocó. Habla precisamente de esa relación donde de repente te cambian por otra persona, y entonces él se equivocó [ríe]. O cuando tú estás con la sensación de a quién debes de querer o con quién te debes quedar y tienes miedo de equivocarte. Es una canción para bailarla, como cuando bailas en la discoteca con los brazos abiertos y llorando.
--Su single ‘La recaída’ tiene un toque flamenco. ¿Qué le gusta de la música tradicional española?
--El flamenco siempre ha sido una de mis influencias desde chiquita porque mi madre me ponía canciones de Sarita Montiel, de Joselito y mucha música de España. No quiero faltar al respeto porque yo sé que hay otros cantaores que son mucho más clásicos, pero ese jaleo, ese vibrato de la música española, es algo con lo que yo crecí y muchas canciones tienen pequeños detalles.
--En unos meses estará de gira por España. ¿Qué relación mantiene con sus seguidores del país?
--Estoy súper emocionada porque es la primera vez que voy realmente a hacer un concierto. He ido a presentaciones muy pequeñas y siempre ha estado ahí detrás de sus corazones, lo que pasa es que luego la distancia, empiezan las giras en América, voy para México, para Estados Unidos, y cuando me toca ir a España, ya estoy por cambiar de gira, aparecen pandemias y hay otras situaciones en mi vida. Pero ese amor y ese recuerdo cada vez es más grande. Yo estoy con una expectativa muy grande, súper ilusionada.
--Un ‘tour’ con Mónica Naranjo.
--Con Mónica Naranjo, que es una reina y que, aparte, estamos planeando de verdad hacer las canciones que nos marcaron en el escenario, o sea, hacer una mancuerna muy poderosa, poner a la gente a bailar bastante y, de repente, una que otra lágrima, pero de esas que te levantan llena de dignidad.
--Sale de su zona de confort en el disco a nivel de estilo y géneros musicales.
--Sí, salgo un poquito de mi zona de confort porque hago algo de trap, por ejemplo. Me gusta muchísimo la canción que hice en ese sentido, porque no la tengo pensada para radio, pero es de esas íntimas que siempre llevo en mis álbumes. Te lo digo y me emociono mucho porque la empecé a componer por mis hijos, sobre todo por el más pequeño, que de repente le decían muchas cosas. Siendo un niño bien lindo, bien bueno, que ama a los animales, que es de amigos muy verdaderos, de repente lo molestaban en la escuela por ser muy auténtico. Un día estaba abriendo su corazón conmigo y vi que era como yo cuando tenía su edad. Algunas personas en la sociedad pueden ser insensibles. Él de repente se señalaba defectos y yo le decía: “Mi amor, lo que tú crees que es un defecto te vuelve único, te vuelve especial". La canción se llama Justo como eres y dice “justo como eres es como te necesito”. Luego me vi en el espejo, también me la canté a mí y la fui extendiendo para los fans. Isla divina tiene ese tipo de mundo dentro de ti, donde hay amor, donde está el amor hacia ti y hacia los demás.
--¿Cómo se combaten esas injusticias?
--Creo que la música ayuda mucho a romper con ellas. En mis redes navega muchísima gente muy joven que no tiene nada que ver con la generación mía, pero que han conectado con mis canciones. El otro día estaba leyendo mi Instagram y de repente vi una persona muy joven comentando que estaba muy triste, que no le encontraba sentido a su vida y que estaba esperando a que saliera el día 28 mi disco. Me pareció una responsabilidad muy grande, pero espero que con la música aporte ese granito de arena a su vida para ponerla súper feliz a bailar, a cantar, a enamorarse y hacer historias lindas en su propia vida.
--¿Cómo gestiona esta responsabilidad? ¿Es complicado a veces convertirse en un referente?
--Sí, es complicado, pero nunca lo pretendí. Yo me acuerdo de que cuando era más joven me decían que yo era un ejemplo para la juventud. Yo nunca pretendí ser maestra de escuela ni nada de eso, sino cantar y ser una voz. Y de repente me han tocado tantas cosas. Tengo autoridad para hablar de la libertad, para hablar del maltrato hacia la mujer, pero también de levantarse, de continuar y de la felicidad. Yo no hablo de esas cosas desde fuera, y no lo digo orgullosa, sino porque fue lo que me tocó. Es súper lindo, pero es una responsabilidad grande y te puedo decir que tengo días en los que estoy muy cansada o en los que estoy en mis propios problemas emocionales, pero doy un concierto, veo toda esa gente fuera y digo: “A darle”. La gente me ve, sabe que me levanté y no me puedo cabrear por ello.
--Después de tantos años en la industria musical, ¿cómo se adapta a los cambios?
--Uno tiene que ser honesto, porque la honestidad se siente y, sobre todo, en la música. Si a mí una canción no me llega su ritmo, su melodía o su letra, no la puedo defender. Gracias a Dios tengo un oído muy amplio y me gustan mucho las novedades. Yo soy más una persona del futuro que del pasado. Toda la vida siempre estoy pensando que mañana está mi mejor día. Por ejemplo, hay una balada que me emociona cuando la canto ahora en los conciertos que se llama Ensayando cómo pedirte perdón y parece que es un clásico por cómo la cantan. Es muy especial seguir creando historias con la gente. Siento que muchas veces cuando uno habla de una isla, piensa en una isla desierta, como cuando te preguntan qué harías si te quedaras en una isla desierta con el amor de tu vida. El amor de tu vida puedes ser tú mismo.
--Da la sensación de que mantiene la ilusión del primer día a pesar de 30 años de trayectoria y de todo lo que lo que ha pasado.
--Es que, “a pesar”, no, al contrario, es “gracias a”. No te lo puedo explicar. Cuando piso el escenario, veo al público al que no he podido atender como quisiera y, de todos modos, ahí están, se saben mis canciones y gritan. No sé, es demasiado. Me siento demasiado afortunada, porque yo trabajo y vivo bien gracias a algo que amo hacer.