Iván y Emilio Martínez son más conocidos por ser los Martínez Twins. Conocidos no, conocidísimos. Estos gemelos catalanes cuentan con más de 500.000 seguidores en Instagram, 35 millones en TikTok y casi seis en YouTube. No se denominan a ellos mismos influencers, sino "creadores de contenido".
Alcanzaron la fama y esta marea de seguidores cuando la exestrella de Disney Channel Jake Paul les ofreció unirse a su Team 10 en Los Ángeles. Allí se dedicaron única y exclusivamente a las redes sociales, donde aprendieron de los influencers más famosos de Estados Unidos y Latinoamérica.
Luces y sombras
Incluso llegaron a ganar varios premios a los mejores creadores de contenido a nivel global en los MTV MIAW 2021 y los BreakTudo Awards 2021. Sin embargo, no fue todo oro lo que relucía: la mala reputación del boxeador e influencer Jake les salpicó de lleno y empezaron a vivir en sus propias carnes el hate en las redes sociales.
Tras unos tumultuosos meses, los gemelos decidieron poner tierra de por medio y volver a España con su familia. De vuelta en Barcelona, se propusieron replicar ese éxito con la creación de su propio equipo de creadores, el Team Ken. Los Martínez Twins reflexionan en una conversación con Crónica Directo sobre su historia y trayectoria.
--Pregunta: ¿Cuándo empezó toda esta aventura?
--Respuesta Emilio: Nosotros solo teníamos 17 años y estábamos en primero de bachillerato.
--¿Y ya eran creadores de contenido?
--Emilio: Solamente estábamos en Musically, que es el antiguo TikTok, y YouTube, donde subíamos vídeos constantemente. También teníamos Instagram y por allí fue por donde nos contactó Jake Paul.
--¿Qué le hizo fijarse en ustedes?
--Iván: Me escribió por mensaje directo para decirme que le gustaba mucho lo que hacíamos y que quería conocernos. Pero me lo escribió en inglés y yo no tenía ni idea [ríe], pero como nuestra hermana sí, nos lo tradujo. Yo a él ya lo seguía, por lo que fue algo impactante.
--¿Les propuso él ir a Estados Unidos?
--Iván: Primero hicimos una entrevista por Facetime con nuestra hermana también, por supuesto, porque era la que nos traducía. Nos contó el plan que tenía y decidimos contactar con Education First para que nos llevara a San Diego, porque nosotros no teníamos dinero para pagarnos el vuelo.
--¿Todavía no recibían ingresos de las redes sociales?
--Iván: De un vídeo de YouTube solo ganábamos 20 euros. En aquel entonces, aún no colaborábamos con marcas ni buscábamos dinero de las redes sociales; simplemente nos divertíamos. Aunque sí que nos venían marcas y nos hubiera venido bien el dinero, nosotros las rechazamos.
--¿Por qué?
--Emilio: Para nosotros Instagram siempre ha sido y sigue siendo nuestro bebé. Entonces pensábamos que trabajar con las marcas podría mancharlo. En aquel momento nos venían marcas que no nos gustaban o que no estaban alineadas con nosotros ni nuestro contenido. Por ejemplo, nos vino Coca-Cola pero lo tuvimos que rechazar porque no queríamos que nuestra imagen estuviese condicionada por ellos.
--¿Terminaron los estudios o lo dejaron todo para irse a Estados Unidos?
--Emilio e Iván: No los hemos terminado, pero algún día tendríamos que retomarlo. Pero sí, lo dejamos todo para ir a vivir nuestro sueño en Estados Unidos.
--¿Cómo fue la experiencia allí?
--Emilio: Los primeros meses fueron geniales. Éramos siete personas viviendo en la misma casa con Jake y, como llegamos los últimos y no había más sitio para nosotros, nos tocó dormir en unas literas en el comedor [ríe].
--Iván: En esa casa transitaba mucha gente, pero no pusimos ninguna pega porque nos gustaba vivir allí y nos lo estaban pagando todo. Además, nos lo pasábamos muy bien, porque hacíamos lo que queríamos, y los primeros cinco meses fueron increíbles.
--¿Era una casa al estilo Ibai?
--Emilio: Sinceramente no sé cómo lo tiene montado Ibai, pero creo que fue la primera casa de creadores de contenido en las redes sociales.
--¿Y qué hacían allí?
--Iván: No teníamos ningún plan, simplemente estar juntos, grabar lo que hacíamos y crear contenido todos los días. Jake también grababa cada día y eso hacía que los demás también fuésemos vistos en los demás canales, por lo que nos ayudábamos entre todos.
--Se retroalimentaban.
--Emilio: Sí, nos estábamos ayudando sin saberlo, porque si uno grababa, salíamos todos y viceversa. Además, veíamos que Jake trabaja todos los días y nosotros queríamos ser como él. Fue muy bonito.
--Pero luego les traicionó.
--Iván: Yo creo que cuando trabajas por afición y porque te gusta, se nota. Y cuando lo haces porque ganas mucho dinero y quieres más y más, también se nota. Al final, fue un chaval de 21 años que cobraba alrededor de 300 mil euros cada mes solo de YouTube y se le fue de las manos.
--¿Eso cómo les repercutió a ustedes?
--Emilio: Nosotros teníamos mucha presión por parte de los medios de Estados Unidos, y que las principales cadenas de televisión nos relacionasen con Jake hizo que la gente y todo nuestro vecindario nos odiase.
--¿Por qué les odiaba la gente?
--Emilio: Yo creo que fue porque éramos unos chavales que vivían en una mansión en Hollywood y hacíamos locuras y eso la gente no lo concebía como un trabajo. En verdad, todo el mundo nos veía felices pero a la vez no lo estábamos por dentro, porque en la casa ya empezaron a haber problemas.
--Iván: Yo creo que el éxito es lo que hace que la gente te odie y, cuando te ven que haces lo que te gusta, vives de ello y eres feliz, siempre intentarán hundirte. El odio viene cuando tú cumples todos tus objetivos, pero la gente no entiende que para ti eso sea lo más importante.
--¿Les afectó mentalmente?
--Emilio: Sí. Tú piensa que nos levantábamos todos los días con bromas y realmente lo hacíamos porque nos divertía hacerlas, pero llegó un momento en el que nadie podía aguantarlo. Entonces fue cuando empezamos a hacer contenido simplemente por ganar dinero, sin ninguna motivación.
--¿Cómo le pusieron remedio?
--Emilio: Nos volvimos a España porque nuestra abuela falleció. Para nosotros fue un momento muy duro, porque se juntó esta pérdida con que no nos gustaba el contenido que estábamos creando y cómo estaba yendo todo en Estados Unidos. Fue una pelota que terminó explotando y dijimos: "Ya basta, nos vamos por nuestra cuenta".
--¿Y eso fue lo que hicieron?
--Emilio: Nos quedamos un tiempo más en Estados Unidos trabajando los dos solos por nuestra cuenta y luego ya, justo antes de la cuarentena, nos volvimos aquí y creamos otro equipo, el Team Ken.
--¿Qué es lo mejor y lo peor de las redes sociales?
--Iván: Lo mejor son las experiencias y las personas que conoces. También poder influenciar en la gente sin tú saberlo. Creo que eso es lo más bonito: que te venga una persona y te diga: "Gracias a ti he superado tal cosa", es algo que si no te toca por dentro, no eres persona. Y lo peor es sentirse una persona tan pública y que lo tienes que mostrar todo, el hate que puedes llegar a recibir o que te cancelen por dar tu opinión.
--Emilio: Lo mejor ha sido viajar, conocer a las fans, ir a México, conocer al Team Ken... He podido cambiar la vida de mi familia, y poder ayudar a los míos haciendo algo que me encanta es muy gratificante. Y lo peor ha sido intentar tener una vida privada. Si tienes un mal día, estás por la calle y la gente te pide una foto, siempre vas a tener que sonreír y estar bien porque ellos te piden que estés bien.