Isma Romero (Valencia, 1992) lleva toda la vida dedicándose a su gran pasión. A los 10 años comenzó a tocar la guitarra y con solo 19 años se mudó a Madrid para apostar por su carrera en solitario. Fiel a la música en directo y las salas de conciertos, Romero homenajeó al sector más afectado por la pandemia en su último EP, La Leyenda.
El artista ahora presenta Adiós, un canto de rock a la nostalgia y al recuerdo de aquellas personas que pasan por la vida y dejan huella. Con esta despedida, el cantante pone fin a una etapa para iniciar un nuevo ciclo en su carrera y dar paso a nuevas composiciones. Asimismo, reúne sus últimos temas en Canciones para curarme, una colección digital de sus sencillos más recientes Mirando al Mar, Nueve años después y Adiós con sus respectivas maquetas.
--Pregunta: ¿Cómo nace ‘Adiós’?
--Respuesta: Esta canción nace haciendo un homenaje a las pérdidas, a la gente que ya no está, pero siempre es un recuerdo y una parte de nosotros. La verdad que es la primera canción en la que hablo de un desamor tan directamente. Todas mis canciones tienen nostalgia, pero nunca había hecho un tema que se llama Adiós, mucho menos una despedida tan textual y con un videoclip en blanco y negro. A la vez despide una etapa de mí de 10 años. Entré con 19 años a grabar mi primer disco y han pasado 10 años. Ahora tengo ganas de empezar una etapa nueva con el nuevo disco que grabe, así que es una despedida en toda regla.
--¿Es un antes y un después en su carrera?
--Sí, sin duda. Creo que en mi nuevo disco hago un poco la introspección. Va a ser un álbum bastante rockero en el que vuelvo a hacer un sonido que me apetece mucho. Para hacer canciones más reivindicativas tienes que estar en ese momento con esa energía.
--¿Por qué lanzar ‘Adiós’ en este momento?
--Me parece bastante guay la forma en la que hemos podido aguantar en esta marea pandémica. Mi oficina y mi equipo no hemos parado de currar. Desde que empezó todo esto hemos estado sacando canciones que ahora se resumen en la trilogía que lanzo y que me ha permitido hacer este seguimiento. Es una forma de reunir y coleccionar esas tres canciones que me han acompañado desde el verano hasta ahora y llamarlas Canciones para curarme.
--En la canción le da gracias a la vida. ¿Por qué?
--Son 10 años de carrera que han pasado súper rápido y espero que sea mucho tiempo más. Yo creo que cuando celebremos la década oficialmente de cara a la industria será cuando se cumplan 10 años del primer disco, que salió en 2014. Pero son 10 años siendo súper joven. Con 19 me fui a Madrid y empecé a grabar las maquetas del primer disco. Doy gracias a la vida porque hago lo que quiero y he conseguido dedicarme a la música, que ya es un éxito.
--La trilogía se llama ‘Canciones para curarme’. ¿Cómo surge el título?
--Son tres canciones que me han curado en este tiempo porque me han permitido seguir haciendo lo que he querido en mi vida. Me han permitido expedir una etapa también de mí y me han permitido seguir vivo y seguir expresando lo que quiero. Entonces creo que el título es muy bonito y es bastante relevante en lo que cuentan las canciones.
--¿Desde la primera canción sabía que iba a hacer una trilogía?
--No. Sabía que iba a sacar tres canciones porque las habíamos grabado y las fuimos sacando como píldoras, pero no tenía la idea de juntarlas. Ahora cada vez podemos planear menos y vivir más. Viendo que tardaré en sacar el disco, esta me parecía una forma de regalar a la gente una colección de canciones de estos meses.
--Ha dirigido su propio videoclip en 'Adiós'.
--Lo hice por primera vez en Mirando al mar y le he pillado el gusto con otro colega. Lo hacemos todo los dos. Me parece que hemos hecho un equipo bastante interesante y, como yo tengo las ideas claras de estas canciones, en una mañana lo tenemos. Fuimos a al teatro de mi pueblo a hacerlo, estuvimos por las calles de Valencia, en el parque natural de Liria, y la idea principal que tenía era que fuera en blanco y negro, porque al final es como una despedida de una parte de mí y de otras personas. Creo que representa algo que hemos vivido todo el mundo.
--¿Por qué decidió grabarlo en su pueblo?
--Nunca había hecho nada en mi pueblo y me parecía bonito que apareciera el teatro de mi pueblo, donde he ido siempre de pequeño a hacer alguna obra de teatro, y ponerle el foco. Al final del vídeo hago ver como que estoy viéndome a mí mismo. Es como un concierto para mí de repaso mental.
--Se cumple un año de su EP ‘La leyenda’. ¿Cómo lo ve con perspectiva?
--Es un EP que disfruté muchísimo. Salió en un momento pandémico tremendo e hicimos el homenaje a las salas de conciertos. En ese disco se reúnen las canciones en las que se ve una parte más eléctrica mía y estoy muy orgulloso.
--¿Cómo vive los cambios en la industria musical?
--Yo acepto lo que venga. Yo estoy a favor de cosas y en contra de otras, pero como tampoco organizo el mundo, no sé cómo lo haría. Pero sí que es verdad que a mí las redes sociales me consumen mucha energía personal, muchas veces veo que es tirar el tiempo, veo que es un hatajo de egos y de gente con la que no conecto mucho. Yo hago canciones y no hago el tonto, sinceramente. Yo publico lo que soy, pero sí que es cierto que la parte de tener que llegar a un número de visualizaciones me tiene un poco cansado. ¿Realmente se tiene que medir mi carrera por tener más likes? Me parece una vergüenza, sinceramente.
--Ha afectado a la salud mental de muchas personas.
--De hecho, lo que ocurre es lo que hay. Está habiendo mucha gente que está tocada. Gracias a Dios muchos instagrammers han reivindicado esto porque hay gente con problemas psicológicos y ha afectado a la autoestima de las personas. Pienso que son herramientas que están muy bien, porque también nos dan visibilidad, pero creo que la manera de utilizarlas a veces puede jugar en tu contra. Hay que pararse a pensar y ser conscientes de que son números, no es otra cosa, lo que importa son las canciones. Hay mucha gente que está ahí que igual tiene 400.000 visualizaciones y luego no sabe coger una guitarra. En las redes no hay tanta realidad. Hay cosas que las acepto, pero no me las creo. Ahora todo el mundo puede ser artista. Esto de que puedas poner lo que quieras y lo vea todo el mundo tiene lo suyo.
--Cierra una etapa. ¿Va a sorprender con un reguetón?
--No creo [ríe]. Yo empecé cumpliendo la mayoría de edad y ahora tengo 30 años. En el nuevo disco soy yo, una esencia mía, pero es un álbum en el que voy a repartir bastante. Tengo ganas de coger la guitarra y quizás voy a hacer algo más reivindicativo, algo que habla mucho de mí y va a tener mucha garra. Yo voy a hacer el disco de mi vida, lo tengo clarísimo, pensando que es mi último disco. Creo que esa es la actitud.
--Con ‘La leyenda’ hizo un homenaje a las salas de concierto afectadas por el Covid. ¿Cómo se encuentra el sector?
--La verdad que puedo dar gracias por haber podido tocar todo este año, por el curro que hemos hecho todo el equipo, porque yo he seguido viviendo. Hay gente que lo está pasando muy mal. Yo he tocado donde he podido adaptándome a todo tipo de circunstancias, pero es lo que hay. Lo que le pasa al sector es que ahora tiene que ir con el cuchillo entre los dientes. Estamos aún en alerta roja, muchas empresas han cerrado, otros artistas han dejado de tocar porque no se han podido sostener. Yo he podido seguir, así que ya me puedo dar con un canto en los dientes. Este año de momento haremos el concierto de la sala Sol y no puedo plantear más fechas, pero lo que te puedo decir es que habrá música, conciertos y tengo pendiente el libro que sale a partir de noviembre.