Jennifer Lawrence y Leonardo DiCaprio son los protagonistas de No miren arriba, la nueva película dirigida por Adam McKay, que llega este viernes a los cines y que se estrenará el próximo día 24 en Netflix. En la cinta, del género ciencia ficción, este par de estrellas del celuloide interpretan a dos astrónomos que intentan advertir a la humanidad y a los líderes mundiales de la peligrosa trayectoría de un asteroide que se dirige hacia la tierra.
Además, entre el elenco de celebridades que completan el reparto estacan Meryl Streep, Ariana Grande, Chris Evans o Timothée Chalamet, entre otros. De hecho, es sobre este y sobre su compañero DiCaprio, de quien Lawrence parece que ha terminado un poco harta.
El infierno junto a DiCaprio
En una de las entrevistas de promoción del nuevo film a The Late Show, la actriz ha confesado entre risas que trabajar con él protagonista de Titanic y Chalamet ha sido un "infierno". “Timothée estaba emocionado por estar fuera de casa tras el confinamiento por la pandemia. Creo que era algo así como su primera escena. Y Leo había elegido la canción que sonaba en el cochey estaba como ‘sabes, esta canción es sobre, ya sabes, bla bla bla. Sólo recuerdo haber estado en una miseria absoluta ese día. Fue un infierno”, ha revelado Lawrence.
Con todo, pese al mal momento que le hicieron pasar, la joven reconoce que ha disfrutado mucho en el set de rodaje, junto a ellos y al resto de compañeros. Si bien, son muchas las anécdotas que en las últimas semanas han trascendido de la grabación. Un ejemplo de ellas es cuando la Jennifer actúo bajo los efectos del cannabis.
La confesión
Una acción que llevó a cabo para meterse de lleno en el papel, ya que su personaje suele estar bajo los efectos de las drogas. No obstante, la actriz de Los Juegos del Hambre ha zanjado la polémica al avazarque la escena fue grabada antes de quedarse embarazada.
De ese momento recuerda que fue ella quien le propuso a McKay consumir este tipo de sustancias y que después todo el mundo se metía con ella por estar bajo el efecto de los narcóticos. “Era fácil hacerme rabiar”, ha declarado.