La periodista Julia Otero ha superado el cáncer de colon que le diagnosticaron el pasado mes de febrero. Después de meses retirada para someterse a un tratamiento, empieza a hacer, poco a poco, vida normal ya que todavía padece algunos efectos secundarios.

Con un cambio de look radical que se hizo para hacer menos dolorosa la pérdida de cabello, la presentadora reconoce que tiene algunas secuelas que son menos visibles, como la pérdida de tacto.

Secuelas y humor

En una entrevista en Catalunya Ràdio, Otero asegura que pese a estar sana, le ha quedado “una neuropatía periférica en las manos y en los pies, que hace que prácticamente no tenga sensibilidad”.

La gallega, por eso, no se desanima y le ha puesto humor a la situación. Acompañada como estaba de Toni Soler y Carles Porta, les ha advertido: “id con cuidado conmigo porque no tengo tacto. En vez de cinco sentidos me quedan cuatro en estos momentos".

Lucha constante

"Hay cosas muy molestas, pero estoy bien, estoy viva y estoy con ganas", confiesa algo más serie, pero tiene claro que va a seguir adelante. "Espero que antes de Navidad pueda sacar la cabeza y que a partir de enero ya pueda volver a mi vida normal", revela.

Consciente de lo complicada que es esta enfermedad recuerda que “el cáncer es una espada de Damocles que dura cinco años como mínimo. Por lo tanto, soy siempre muy prudente”. Eso no quita que, por ahora, no tenga, “ni una sola célula cancerígena".

Nueva etapa

"Todo es muy reciente, todo está muy tierno, pero me encuentro con ganas, con fuerza”, asevera. Eso sí, no quiere entretenerse en cosas que no le interesen o que no valgan la pena.

Ella misma lo reconoce; “un año como este te cambia por dentro: cosas que ni me había fijado, ahora son importantes para mí y cosas que me interesaban muchísimo hace un año ahora me interesan menos". Una de esas cosas parece ser entrevistar a políticos. “Es una pérdida de tiempo enorme, porque nunca responden lo que se les pregunta. Lo que contestan sabes que es mentira la mayoría de las veces, y sin ruborizarse lo más mínimo", sentencia.