El fallecimiento de Concha Márquez Piquer no ha pasado desapercibido para nadie. Y no solo por la pérdida de la cantante, sino porque durante su entierro se produjo un curioso incidente por culpa de un teléfono móvil.
El marido de la artista, el actor Ramiro Oliveros, protagonizó una anécdota durante el acto. Tal y como ha desvelado Beatriz Cortázar en EsRadio, Ramiro había estado ilocalizable los días posteriores a la muerte de su mujer. Y es que su teléfono se cayó centro del féretro de su esposa.
El incidente
"Con Ramiro hablé durante la enfermedad de Concha y la muerte, pero hacía días que no había hablado con él. El otro día me llamó, llevaba varios días sin hacerlo yo por no molestarle. Ramiro no estaba desconectado, me contó lo que le había pasado", comenzó la periodista.
"Se ha quedado mi teléfono dentro del féretro. En la caja. Con Concha", le contó Ramiro a Cortázar. "Y me dijo: 'al ir a besarla y darle el abrazo final, llevaba el teléfono en la chaqueta y se me cayó dentro de la caja. Y se ha llevado Concha mi teléfono'", señaló la comunicadora.
Las pruebas
Asimismo, Cortázar apuntó que el intérprete "ha tenido que pedir otro teléfono y le han respetado el número". Poco después, en Cuatro al Día dieron más detalles del curioso incidente.
Según Joaquín Prat, la hija de Oliveros llamó al teléfono y pidió a un operario del cementerio que se acercara al ataúd a ver si lo escuchaba dentro. El trabajador no escuchó nada y, para acabar de confirmar la versión de su padre, la mujer revisó las fotografías del acto y vio cómo en una de ellas se caía el móvil dentro del féretro.