Anabel Pantoja cumplió ayer, 1 de octubre, su sueño: casarse de blanco, en la playa de La Graciosa, con su "negro", Omar Sánchez. Un emotivo enlace que estuvo marcado por el fallecimiento de Doña Ana el pasado miércoles. La vorágine de emociones llevó a Kiko Rivera a no asistir al esperado enlace. Pero Isa Pantoja sí lo hizo.
La pequeña del clan Pantoja se armó de valor y pronunció un emotivo discurso que, según apuntó ella misma, no tenía preparado: "Voy a decir lo que pienso y siento en este momento, que es mucha felicidad". Sin embargo, sus palabras denotaron un claro posicionamiento a favor de su prima y con algún que otro zasca incluido a los grandes ausentes.
Isa Pi tiene un mensaje para todos
"Me da mucha pena porque me hubiera gustado que estuvieran aquí más personas y tú lo sabes", se ha confesado haciendo referencia a su hermano, Kiko Rivera, y a su madre, Isabel Pantoja. Lo cierto es que la tonadillera ya hacía semanas que se sabía que no iba a asistir por la polémica que arrastra desde hace más de un año con su hijo.
Con todo, las palabras que Chabelita le ha dedicado a la sobrinísima han estado cargadas de sentimiento y amor: "Siempre has hecho mucho por nosotros, siempre has mediado para que la familia esté bien y creo que hoy necesitabas un poco de nosotros porque te lo mereces". Por eso, ha asegurado que ella estará para Anabel siempre y se ha alegrado de corazón que estuviese cumpliendo su sueño por fin.
Recordando su infancia
La novia, que se ha pasado todo el enlace llorando de la emoción, se ha fundido en un tierno abrazo con su prima, que también ha tenido ocasión de recordar los buenos momentos que han compartido durante su infancia: "Me acuerdo de los momentos que hemos pasado en la familia cuando éramos pequeñas y hacíamos obras de bailes, prácticamente como si fuésemos hermanas".
Asegurando que "nos tienes a Albertito y a mí para apoyarte en todo", se ha evidenciado su papel más que nunca, ya que el pequeño de la casa ha sido el que ha acompañado a Anabel al altar. Un emotivo discurso que ha terminado con un gran aplauso, pero todavía sin la reacción de los aludidos.