Tarde o temprano tenía que llegar el momento. Paloma Cuevas y Enrique Ponce se han reencontrado este fin de semana tras su polémico divorcio para celebrar la comunión de su hija Bianca.
Quien no ha asistido a la ceremonia ha sido Ana Soria, la actual pareja del torero, ya que todavía no conoce a las niñas. La familia ha considerado que la comunión no era el mejor momento para una presentación formal de la joven.
Polémico divorcio
A pesar de su complicada separación, los dos padres han decidido acudir a la cita por el bien de su hija Bianca. La celebración se había retrasado en varias ocasiones por la pandemia del coronavirus.
El evento ha tenido lugar en La Cetrina, una finca de 1.200 metros cuadrados repartidos en tres plantas y 900 hectáreas de terreno. La vivienda familiar está a la venta y ha sido uno de los puntos más peliagudos a la hora de firmar el divorcio.