Leticia Sabater ha reaparecido tras convertirse en una de las protagonistas de este inicio de 2021 por la fiesta ilegal que se celebró en su chalet de Villafranca del Castillo en Nochevieja y a la que acudieron más de 60 personas.
La presentadora, que habría alquilado su casa por 6.000 euros la noche, ha visitado el cuartel de la Guardia Civil. Tras más de cuatro horas en el interior, la artista salía afectada y sin confirmar si ha puesto alguna denuncia por todo lo que ha sucedido en los últimos días.
Un asunto personal
A media tarde de este lunes, y después de varios días sin manifestarse, Leticia salía enfadada y apresurada de su domicilio. Evitando dar explicaciones de la fiesta ilegal de Fin de Año, la presentadora rompía su silencio para decir "lo siento, de verdad, pero no voy a hacer ninguna declaración, es un asunto personal".
Insistiendo en que no quería hablar más, la madrileña confesaba que "desde luego" que lo está pasando mal con todo esto y sentenciaba con un "que digan lo que quieran" a las informaciones que aseguran que ella estuvo en la fiesta.
Secuelas físicas
Posteriormente, Leticia se desplazaba al cuartel de la Guardia Civil donde se bajaba la mascarilla para mostrar las llagas que le han salido en los labios por toda esta polémica, de la que se ha convertido en protagonista. Unas secuelas físicas que demuestran cómo lo está pasando: "Mírame la boca. Llena de heridas. Suficiente".
Después de varias horas en las dependencias de la Guardia Civil, Leticia salía bastante seria y sin querer confirmar si había prestado declaración por la fiesta ilegal celebrada en su chalet o si, por el contrario, había puesto alguna denuncia por lo sucedido. Con un "lo siento, de verdad, pero estoy muy cansada", la cantante evitaba contar qué le había tenido toda la tarde en comisaría.