Puede parecer la trama de una película de terror, pero es completamente cierto. Y es que un conocido actor de nuestro país se ha pasado con la bebida, y de qué manera, hasta el punto de perder todo el control y atropellar a una pequeña.

Unos hechos por los que el artista no ha sido detenido y con los que la niña de 9 años, que ya se encuentra fuera de peligro, ha terminado con heridas en las piernas.

Micky Molina embiste a una menor con su coche 

El actor español, Micky Molina, conocido por formar parte del elenco de Ana y los 7, está viviendo sus momentos más complicados. Y es que, de golpe y porrazo, sus vacaciones en Ibiza se han convertido en su peor pesadilla. Pues el artista, y por culpa de todas las copas demás que se ha tomado, apunto ha estado de terminar con la vida de una niña.

Micky Molina atropella con su coche a una niña de nueve años / GTRES

Unos hechos que han ocurrido el pasado jueves, a primera hora de la tarde, en el parking de un conocido restaurante de Santa Eulàlia. El actor, que salía del restaurante de lo más ebrio, se montó en el coche y atropelló a una pequeña de nueve años de edad, que estaba acompañada por su madre y abuelos, cuando estos salían de su coche y de dirigían a comer al restaurante.

Micky Molina da positivo en el control de alcoholemia

Después del trágico suceso, y según adelanta el Diario de Ibiza, el actor fue sometido a dos controles de alcoholemia, y terminó dando la friolera de 0,91. Por este motivo, el intérprete que no ha sido detenido, está siendo investigado por un delito de seguridad vial.

Micky Molina no ha sido detenido y ha dado una elevadísima tasa de alcohol / GTRES

Según cuentan varios testimonios al periódico ibizenco, el actor arrancó el coche “a toda velocidad”, dio marcha atrás y “se salió de la carretera”. Posteriormente, cuentan las personas presentes en el accidente, “dio marcha adelante otra vez y, entonces, embistió al coche de la familia”, atropellando a la menor de 9 años, que ha terminado con contusiones en sus piernas. Un desgarrador suceso con el que Molina, cuentan los testigos, “estaba muy apurado y rogaba encarecidamente que no llamasen a la policía”.