La participación de Isabel Pantoja en Supervivientes era uno de los objetivos de Mediaset desde hace tiempo, que ha atado a la cantante de coplas a través de una cifra nada desdeñable. Hace pocos días se conocía que por cada semana de concurso que aguante en la isla de Honduras, cobrará 80.000 euros, cifra independiente del premio final, en caso de que llegue a ganarlo.
No obstante, la tonadillera ha vendido cara su participación en el programa, y no solo por el montante económico, sino por las condiciones que ha puesto a la cadena como condición. Entre ellas, la ley del silencio en todo lo relacionado con sus problemas con la justicia.
Ni cárcel ni Julián Muñoz
Isabel Pantoja fue condenada a dos años de prisión en 2014 por blanqueo de capitales derivado de su relación con el entonces alcalde de Marbella, Julián Muñoz. No obstante, la tonadillera, según adelanta la revista Lecturas, ha impuesto el silencio sobre el asunto y ha firmado su participación en Supervivientes con la condición de no ser cuestionada sobre el asunto durante el reality ni tampoco tras su regreso a plató.
Por supuesto, esto incluye que tampoco haya preguntas sobre su expareja. Pero los privilegios van más allá. Pantoja es la primera concursante en la historia del programa que no tiene penalización si decide abandonar el concurso. Además, le podrán pintar el pelo una vez al mes.
Defensores en cada programa
Otro de los temas que Pantoja no piensa tocar son los que se refieren a su relación con María del Monte y Encarna Sánchez, con quien rompió el contacto en 1995 tras la publicación de unas fotografías en la playa.
Además, mientras ella se dedica a sobrevivir en la isla, en los platós de Mediaset se ha garantizado una nutrida partida de defensores. Como relata Lecturas, además de sus hijos Isa y Kiko Rivera, tendrá de su parte como colaboradores a Luis Rollán, Irene Rosales, Raquel Bollo, Cristina Tárrega y su sobrina Anabel Pantoja.