Se conoce como protocolo al conjunto de normas que rigen actos o ceremonias, que gozan de gran importancia en asuntos diplomáticos y de instituciones. El protocolo es la base en la imagen de cara al exterior, pero Donald Trump ha sido noticia en las últimas horas por no mantenerlo en un acto de la Casa Blanca. El 45º presidente de Estados Unidos será recordado por muchas cosas, como la construcción de un muro en la frontera con México, pero también lo será por llenar la residencia presidencial con hamburguesas y pizzas para una recepción oficial.
“Tenemos pizzas, tenemos trescientas hamburguesas, muchas, muchas patatas fritas, todas nuestras comidas favoritas”, comentó Trump a los medios locales. El suculento banquete fue ofrecido a los Tigres de Clemson, equipo de fútbol americano que ha ganado el campeonato universitario de Estados Unidos. “Quiero ver qué hay aquí cuando nos vayamos, porque no creo que vaya a ser mucho”, ha dicho Trump, tratando de alabar incluso la iniciativa que ha tomado.
Donald Trump echa el cierre a la administración pública
Aunque Donald Trump se ha mostrado en otras ocasiones cercano a la comida rápida, comiendo incluso en el Air Force One un menú del McDonald’s, nadie se podía esperar que llegase a hacer un pedido, que él mismo ha pagado, para una recepción oficial en la Casa Blanca. El motivo que ha empujado a Trump a tener que realizar dicha compra no ha sido otro que el parón que sufre su Gobierno desde el pasado 22 de diciembre.
Esta decisión fue tomada por el mismo Donald Trump después de que el Congreso tumbase la propuesta para financiar el polémico muro por el que Trump quiere pasar a la historia. Cerrando el grifo de los gastos administrativos, se calcula que más de 800.000 trabajadores públicos se han quedado sin trabajo de forma temporal, provocando unos costes de 3.600 millones de dólares hasta la fecha. El anterior bloqueo administrativo que hubo fue con el gobierno de Bill Clinton en 1995, extendiéndose durante 21 días, tiempo que ya ha sido superado.