Kiko Hernández no está atravesando una Navidad fácil. El colaborador ha sido víctima de un robo en su famosa casa de Villa Chatín, algo que le ha llevado a pasar una Nochebuena de lo más intranquila.
Abatido y muy enfadado, Kiko explicaba a la revista Diez Minutos como descubrió los imperfectos que había dejado este hurto: "Un familiar se ofreció a acercarse y cuando llegó a revisar la casa me llamó llorando diciéndome que todo era un desastre y comenzó a mandarme fotos del estado en el que había quedado la casa".
Documentación de trabajo
Además, el colaborador señala que la Policía le ha explicado que el robo es muy raro porque todas las cosas que tenían valor económico no se las han llevado: "Había cosas de mucho valor que no se habían llevado [...] En cambio sí que se han llevado cosas personales mías como discos duros, cámaras de fotos, una cámara de video desfasada del 2004, tarjetas de memorias, cds con fotografías... Ahí tenía yo documentación de mi trabajo, mis viajes, mis fiestas familiares... Todo eso se lo han llevado".
Un robo que tiene una clara explicación para Hernández: "Para extorsionarme o por morbo. Muchos famosos de los que hablo todas las tardes y con los que tengo mala relación, estarán pensando 'que se joda...' Y la verdad es que hasta lo puedo entender".
Además, el propio Kiko asegura a la citada publicación que en esa casa tenía información muy sensible de muchos famosos: "No sale a la luz ni el 30% de lo que me llega. A veces se me ponen los pelos como escarpias de las cosas que tengo que ver. Tengo informaciones de gente muy conocida en los teléfonos móviles. Información vetada por la cúpula de los programas. Se han llevado información sensible de gente famosa".