El equipo de seguridad asignado para proteger a Froilán, el primer nieto del rey Juan Carlos I, ha reconocido su descontento con el trabajo que deben realizar para proteger su integridad. Los escoltas se quejan de que el joven tiene un ajetreado ritmo de vida que les obliga a viajar constantemente hasta altas horas de la madrugada.
El paparazzi Gustavo González ha explicado que los escoltas se habrían negado a continuar con su labor de escolta alegando que "no son niñeras".
Peleas y malas formas
Los guardaespaldas están barajando la opción de dimitir del puesto por las constantes problemáticas que supone alejar a Froilán de situaciones de riesgo. En primer lugar, están cansados de trabajar durante el día, y también en horario de noche. Ellos mismos, aseguran que el joven tiene facilidad para meterse en problemas con porteros de discoteca o con otros chavales de su edad.
La última salida del nieto real fuea las Fallas de Valencia junto a un grupo de amigos. Alli, asistió a la mascletà desde la primera fila del público, después de que sus escoltas tuvieran que convencerlo para alejarlo de las mechas, el lugar donde quería estar él.