Serena Williams ha sorprendido con sus últimas declaraciones sobre su parto. La tenista estadounidense ha desvelado que casi pierde la vida durante el parto de su hija Alexi Olympia el pasado mes de septiembre. Mientras la tenista daba a luz, sufrió unas complicaciones de salud que casi le cuestan la vida.

"Estuve a punto de morir tras dar a luz a mi hija. Sin embargo, me considero una afortunada", y ha matizado: "Sufrí una embolia pulmonar, que es una afección en la cual una o mas arterías de los pulmones se bloquean por un coágulo de sangre. Cuando me quedé sin aliento, llamé rápidamente a las enfermeras".

De urgencias al quirófano

Tal y como ella misma ha explicado, tuvo que entrar de urgencia al quirófano después de la cesárea: "La herida de mi cesárea se abrió debido a la tos intensa que sufrí por la embolia. En el quirófano, los médicos me encontraron un gran hematoma, una hinchazón de sangre coagulada en mi abdomen". Seis días después de la intervención, Serena pudo volver a su casa junto a su pequeña y su marido, Alexis Ohanian.  

"Si no fuese por la profesionalidad y cuidado del equipo médico, hoy no estaría aquí", ha sentenciado.